"Estamos todavía verificando cuántos de ellos son demandantes de asilo", dijo a la AFP el portavoz de la policía, Patrick Maierhofer.
Hungría había impedido la partida de estos migrantes que se hallaban desde hacía muchos días en campos improvisados en las estaciones de Budapest, antes de dejarlos partir.
Muchos de los migrantes durmieron en la estación Westbahnhof de Viena, con la esperanza de continuar su viaje hasta Alemania, país que la semana pasada flexibilizó la concesión de asilo a los refugiados sirios.
Otros migrantes, la mayoría sin visados, subieron el lunes a un tren con destino a la ciudad austríaca de Salzburgo, mientras otros partían a Múnich, en el sureste de Alemania.
Europa hace frente a la mayor ola de inmigrantes y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 300.000 llegados este año, muchos huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza en Oriente Medio y África.
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