EL GRUPO PARA AFECTADOS POR LINFOMA PIDE MÁS ESPECIALISTAS Y DIAGNÓSTICO RÁPIDO

El Grupo Oncológico para el Tratamiento y Estudio de Linfomas (Gotel) pidió este martes más especialistas y diagnósticos rápidos para aquellas personas afectadas por linfoma, con motivo del Día Internacional de este cáncer, que se conmemorará el 15 de septiemre.
Según informó este grupo, cada año se diagnostican en España cerca de 7.000 nuevos casos de linfoma, una cifra que supone el 3% del total de tumores y que, según los especialistas, irá en aumento en las próximas décadas debido a los cambios sociales. Además, es el primer cáncer en incidencia en jóvenes y la tercera causa de muerte por cáncer en niños.
Sin embargo, denuncian los especialistas, cada vez menos oncólogos se dedican a esta patología. “Sólo un 6% de los pacientes con linfoma son vistos por un oncólogo especializado en las primeras fases del diagnóstico, según datos recientes arrojados por un estudio internacional de Lymphoma Coalition. Otro 7% es visto por un oncólogo no especializado y un abrumador 42% es tratado por un especialista en medicina general”, explica el doctor Ramón García Arroyo, oncólogo del Complejo Hospitalario de Pontevedra y secretario del Gotel.
Uno de los escollos, según los especialistas, es la elevada especialización que requiere, así como el reciclaje continuo. “La complejidad de este tumor, que en realidad son 30 entidades diferentes, y la necesidad de una elevada formación y actualización para abordarlo, ha hecho que en los últimos años tenga un menor peso en la sociedad científica y que menos oncólogos se dediquen a ello”, señala el especialista.
A la escasez de profesionales se une el retraso en el diagnóstico y, más aún, en el estadiaje del tumor una vez se ha detectado, clave para iniciar el tratamiento, según los expertos de Gotel. “No sólo encontramos una barrera en la detección del linfoma, que en numerosas ocasiones se confunde con patologías comunes debido a la sintomatología inespecífica, sino que, además, en numerosas ocasiones se retrasan los estudios que nos dirán qué tipo de linfoma es y en qué fase se encuentra”, detalla el doctor García Arroyo.
Y es que son necesarios estudios de TAC y PET y un correcto análisis patológico y molecular, que requieren una gran preparación profesional y que no siempre está disponible o se realiza con celeridad. “En el caso del linfoma sería necesario el establecimiento de circuitos rápidos como ya se hace con otros tumores”, señala el secretario de este grupo.

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