EL 90% DE LOS AHOGAMIENTOS SE PRODUCEN EN ZONAS NO VIGILADAS

El 90% de los ahogamientos se producen en zonas no vigiladas y este año ya han alcanzado los 339 fallecidos por esta causa, un 15% más que el año anterior, según destacó este martes el responsable del programa de playas de Cruz Roja Española, Miguel Ángel Sánchez, durante la presentación de su balance de actuación en las playas del litoral español, en las que esta organización realizó más de 96.000 atenciones.
Durante esta temporada, Cruz Roja Española ha estado presente en 290 playas con un despliegue de 1.420 profesionales que han velado por la seguridad de los bañistas. La mayor parte de las intervenciones realizadas han sido por heridas y traumatismos leves, así como la exposición excesiva al sol y síntomas por patologías previas de estas personas. Más de 2.400 personas fueron rescatadas durante la temporada y cerca de 1.500 fueron evacuadas a hospitales.
El presidente de Cruz Roja Española, Javier Senent, destacó en rueda de prensa que mientras las intervenciones sanitarias habían descendido este año, las sociales se han incrementado. “En un total de 100 playas contamos con sillas anfibias para personas con movilidad reducida. Además, llevamos a cabo labores de información para prevenir riesgos”.
A este respecto, el responsable de la Unidad de Emergencia de Cruz Roja Española, Iñigo Vila, afirmó que “el dispositivo en playas incluye el rescate de personas en riesgo inminente de ahogamiento, las asistencias a embarcaciones o las evacuaciones a centros hospitalarios y también se realiza una importante labor de asistencia social como el baño adaptado para personas con movilidad reducida en más de 100 playas, la búsqueda de personas extravíadas, así como actividades medioambientales y de tiempo libre o los talleres de primeros auxilios a pie de playa, entre otras”.
En cuanto a los perfiles de las personas atendidas existen varios tipos: mayores de 65 años; niños y niñas por heridas, contusiones leves, golpes de calor o extravíos en los arenales; personas con patologías previas o enfermedades crónicas que se ven incrementadas por las altas temperaturas o la deshidratación y personas extranjeras que desconocen el idioma y las condiciones de la playa. Además, se incluyen jóvenes que en algunos casos adoptan conductas inseguras o imprudentes como el acceso a zonas no permitidas o bañarse bajo el efecto del consumo de sustancias.
Senent afirmó que “la presencia de personal vigilando las playas asegura que el tiempo de respuesta para brindar la ayuda necesaria a una persona que está en apuros sea menor. Además, los servicios de vigilancia, salvamento y socorrismo en playas son fundamentales para muchos municipios. En Cruz Roja consideramos que es muy importante planificar la gestión de estos servicios de forma adecuada y asignarle los recursos que merece para garantizar la seguridad de las personas y evitar incidencias”.

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