ATENTADOS. LOS TRABAJADORES SOCIALES VEN “MUY DIFICIL” PREVENIR LA RADICALIZACIÓN EN JÓVENES

- No existen protocolos específicos para afrontar la radicalización. Los trabajadores sociales apuntan que “es muy difícil prevenir" procesos de radicalización en jóvenes como los sufridos por los terroristas que atentaron en Barcelona y Cambrils, que parecían pacíficos y adecuadamente integrados en su barrio de Ripoll (Gerona) y que acabaron organizando grandes atentados influidos por el imán Abdelbaki Es Satty.
Así lo afirmó Juan Román Roldán, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Cataluña, en una entrevista a Servimedia, en la que destacó que la radicalización de jóvenes musulmanes es "un fenómeno nuevo y por eso no existen protocolos específicos para afrontarlo”.
Román, que ejerce como trabajador social en L’Hospitalet de Llobregat, aseguró que desde su experiencia no se ha encontrado nunca con este tipo de situaciones y apuntó que en el caso de menores sólo "existen protocolos de trabajo centrados en situaciones de riesgo" como por ejemplo maltrato infantil.
En esos casos, los trabajadores sociales que detectan una situación de riesgo "trabajan en red con organismos, institutos o familiares" pero en ningún caso contemplan hasta ahora "el supuesto de terrorismo”.
Román añadió que “al no haber protocolos específicos” para afrontar la radicalización terrorista en jóvenes “se tendrán que crear a partir de los protocolos ya existentes y determinar qué organismos, agentes sociales y agentes de seguridad deben formar parte de la red de trabajo”.
“No se trata únicamente de un tema que deban abordar los servicios sociales en solitario”, apuntó, “sino que dentro de la red de atención se deberían incluir a los agentes de seguridad”.
Román no cree que este cometido sea un trabajo únicamente para los trabajadores sociales y señaló que “los que más conocimiento tienen sobre los procesos de radicalización y como detectarlos son los agentes de seguridad”, por lo que vería oportuno que trabajaran juntos porque “les podrían ayudar a determinar qué observar y formarlos al respecto”.
Esta advertencia de Román llega justo después de que el periódico 'La Vanguardia' publicara la carta de una trabajadora social que conocía a los terroristas de Ripoll y que expresaba su incredulidad por los atentados cometidos, ya que para ella "estos niños eran como todos los niños. Como aquel que puedes ver jugar en la plaza, o el que carga una mochila enorme de libros, el que te saluda y te dejar pasar ante la cola del super".

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