Afganistán inicia la restauración del palacio real devastado por la guerra

El presidente afgano inauguró el lunes las obras de restauración del palacio real de Dar ul-Aman, devastado por la guerra y símbolo de las atrocidades de los conflictos que soporta el país desde hace 35 años.

En una colina a los pies de las estribaciones de la cordillera Hindu Kush, el palacio real de Dar ul-Aman, también conocido como "la residencia de la paz", desentona por su aspecto europeo en el sur de la capital afgana, Kabul.

De un estilo neoclásico, fue construido por arquitectos franceses y alemanes en los años 1920, época en la que el rey Amanullah Khan dirigía Afganistán. Pero la invasión soviética y la guerra civil de los años 90 lo dañaron y fue abandonado hasta la fecha.

"Volvemos a nuestro pasado para establecer las bases de nuestro futuro", dijo el presidente Ashraf Ghani en el momento de comenzar las obras que durarán de "tres a cinco años".

Pero en Afganistán, país con pocos recursos, el coste de esta restauración genera cierto debate. La factura total oscilará "entre 16,5 y 20 millones de dólares", según Abdul Aziz Ibrahimi, consejero del Ministerio del Desarrollo Urbano.

Excepto algunos productos agrícolas, Afganistán no realiza muchas exportaciones y el conflicto con los rebeldes talibanes acapara una buena parte de su presupuesto. El desempleo, que afecta a una de cada cinco personas, lleva a miles de afganos a intentar llegar a Europa a pesar de los peligros que acarrea.

Daoud Hotak, un joven kabulí, no dudó en calificar la restauración del palacio real de "derroche". "La economía está moribunda, la seguridad se deteriora, no veo nada positivo en eso", explicó a la AFP.

Asimismo, Omaid Sharifi, un activista de la sociedad civil, consideró en Twitter que en su estado actual el palacio permitía "recordar a las nuevas generaciones los horrores de la guerra".

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