Los diputados alemanes podrían adoptar el jueves una resolución reconociendo el genocidio armenio, un texto duramente criticado por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un contexto ya tenso entre los dos países.
Este debate se lleva a cabo en medio de discusiones sobre la aplicación de un polémico acuerdo con la Unión Europea, impulsado por Berlín, que ha contribuido a reducir drásticamente el flujo de migrantes hacia Europa.
Esta resolución bautizada "Memoria y conmemoración del genocidio de los armenios y otras minorías cristianas hace 101 años" fue presentada por los grupos parlamentarios de la mayoría, compuesta por los conservadores de la CDU/CSU y el SPD, así como por el opositor partido de los Verdes, y tiene todas las posibilidades de ser adoptada el jueves.
En este texto que la AFP ha podido consultar, el Bundestag, la cámara baja del parlamento alemán, "deplora los actos cometidos por el gobierno de los Jóvenes Turcos de la época, que conllevaron al exterminio casi total de los armenios".
El Bundestag también lamenta "el papel deplorable del Reich alemán que, como principal aliado militar del imperio otomano (...) no actuó para poner fin a este crimen contra la Humanidad".
El año pasado, en el centenario de estos acontecimientos, el presidente alemán Joachim Gauck utilizó, por primera vez, el término "genocidio" para calificar las masacres perpetradas por los turcos otomanos, que causaron 1,5 millones de víctimas entre 1915 y 1917.
Este primer reconocimiento oficial desató la ira de Ankara.
El texto del Bundestag, una nueva etapa en el reconocimiento del genocidio, aumenta la indignación de las autoridades turcas.
Erdogan llamó el martes a la canciller alemana, Angela Merkel, para expresarle sus "preocupaciones" si la resolución era aprobada.
"Si se aprueba el texto y Alemania cae en esta trampa (...) eso podría deteriorar todas nuestras relaciones con Alemania, donde viven tres millones de turcos y que es nuestra aliada en la OTAN", subrayó.
La iniciativa del Bundestag se produce en un momento en que las relaciones germanoturcas se encuentran minadas por varias discrepancias.
La aplicación del acuerdo con la UE sobre los migrantes está supeditado a la demanda de Ankara que pide la exención de visados para los ciudadanos turcos que quieran viajar al espacio europeo de Schengen. Turquía no quiere sin embargo reformar su ley antiterrorista, como lo exige la UE.
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