Alexis Ravelo huye del género negro en 'La otra vida de Ned Blackbird': "No tiene nada de sangre"

EUROPA PRESS

Así ha definido el escritor natural de Las Palmas de Gran Canaria, su última novela, en la que deja de lado el género negro para centrarse en una historia protagonizada por un profesor de universidad que se obsesiona con la vida de la antigua inquilina del piso que este alquila, una escritora de los años 60 y 70 llamada Celia Andrade. El libro ahonda en la vida "de esta maestra jubilada que tiene más que ver con este profesor de lo que él cree", ha comentado Ravelo.

En 'La otra vida de Ned Blackbird', el autor cultiva una novela "de carácter intimista" y "fantástico". "Quería tratar algunos asuntos que no podía tratar con la novela negra porque necesitaba el género fantástico para abordarlos, la novela es muy alegórica", ha relatado el autor, para quien la novela negra requiere de un "realismo" que no podía permitirse para contar esta historia.

Además de intimista y fantástica, el libro también conjuga lo metaliterario, pues se trata de un "texto con diferentes niveles de lectura" y, además, que contiene multitud de guiños y referencias culturales, tanto para cualquier lector sin "bagaje previo" como para ese "lector cómplice" que los entiende.

Para el autor, estos guiños son "muy evidentes" en 'La otra vida de Ned Blackbird' porque además, "parte del argumento del libro es materia literaria" y a su juicio, hay "una ganancia secundaria que puede recibir el lector medio, que es que un libro te haga ir hacia otros libros", como bien comenta Ravelo que le pasó con autores como Cortázar, Borges o James Joyce, que los descubrió leyendo a Augusto Monterroso. "Un libro es una amante que te exige promiscuidad", ha resumido con respecto al tema de la metaliteratura.

La novela "se aleja" de lo que suele contar Ravelo en sus novelas, pero, según ha asegurado, es un contenido "muy cercano" a lo que narra en sus cuentos o relatos breves, a ese universo de "lo mágico en lo cotidiano" que no suelen conocer sus lectores de novelas. En este sentido, el autor ha lamentado que en España nadie lea cuentos, ya que se trata de "un género que no se valora", ni por lectores, ni por editores.

ESCRITO EN 2011

Ravelo terminó de escribir 'La otra vida de Ned Blackbird' en 2011. Según ha declarado, el libro se publica ahora, cinco años después, porque, por entonces, todavía era un escritor "muy poco conocido en España" y por tanto "era muy difícil" que cualquier editorial leyera un texto suyo que no fuese "de género".

Esta "escisión fundamental entre el mundo literario y el mundo editorial" --sólo publican los autores si son conocidos--, también se refleja en el libro, en el que el lector verá cómo una "mujer que escribe novelas y no consigue editor, de repente, en los 60 y 70, se pone a escribir novelas del Oeste y eso sí lo vende muy bien", tal y como ha descrito Ravelo.

A parte de eso, el autor ha asegurado que es una persona de "dejar reposar los textos", con lo que la novela ha tenido múltiples correcciones a lo largo de este tiempo.

LA MODA DE LA NOVELA NEGRA

Para Ravelo, la novela negra está caracterizada por contar historias que contengan "semen y sangre" y en ese sentido, 'La otra vida de Ned Blackbird' es una novela que "no tiene nada de sangre y tiene muy poquito de semen". De hecho, según ha explicado, no tiene ni violencia verbal. Todos estos elementos sí están presentes en otros trabajos de ficción del autor como 'La estrategia del pequinés' (Premio Hammett de novela negra 2013) o 'Las flores no sangran' (Premio Mejor Novela Valencia Negra 2015).

Preguntado sobre la situación de la novela negra en la actualidad, el autor opina que este género "está de moda desde 1929, desde que se inventó", aunque reconoce que ha habido "repuntes, olas altas y mareas bajas", como es el caso de la "oleada alta" de autores nórdicos hace unos años y los autores españoles durante la Transición.

En cambio, sí considera que actualmente en España hay un "interesantísimo fenómeno", que es el de la "toma del centro por parte de autores que son geográficamente periféricos", como es el caso del gallego Domingo Villar o el extremeño Eugenio Fuentes. "Ya no necesitamos contar desde Madrid o Barcelona, existen las provincias y allí también pasan cosas", ha reclamado.

En líneas generales, ha dicho que el género de novela negra "goza de muy buena salud" porque trata temas universales y de calidad como el amor y la muerte. Además, ha asegurado que el éxito de este tipo de novelas está garantizado porque "hay muy buenos autores" y porque se trata de "un género para épocas de crisis".

Mostrar comentarios