Argentina: marcha sindical exige proteger salarios de la inflación

Empleados públicos, docentes y organizaciones sociales marcharon este viernes en Buenos Aires para reclamar al gobierno de Mauricio Macri la reapertura de negociaciones salariales para paliar la erosión del ingreso por una inflación que supera el 40%.

"No puede haber un pueblo feliz con salarios y jubilaciones de hambre", dijo Pablo Micheli, titular del sindicato de los empleados estatales y al frente de la central obrera CTA de la Argentina, una de las dos centrales de trabajadores que motorizaron la protesta.

Miles de personas participaron de la marcha que desde distintos puntos de la ciudad confluyó en la Plaza de Mayo frente a la sede gubernamental.

La tercera economía de América Latina se encuentra en recesión. La industria se derrumbó 7,3% en septiembre en comparación con igual mes del año pasado y lo mismo ocurrió con la construcción con caída de 13,1% en el mismo período.

La inflación acumulada a septiembre fue del 32% según el instituto estatal de estadísticas INDEC, aunque consultoras privadas la sitúan por encima del 40%.

La tasa de desempleo se ubica en 9,3% en el segundo trimestre, según el INDEC.

Todos los servicios básicos (luz, agua, gas, transporte) han sufrido bruscas alzas de hasta 2.000% que fueron reducidas en torno al 300% tras intervención de la justicia.

En el primer trimestre de este año la pobreza alcanzó a 32,2% de la población, unos 8,7 millones de personas, de los cuales 6,3% son indigentes (1,7 millones).

Numerosos sindicatos han impulsado huelgas nacionales, entre ellos estatales, bancarios, docentes, empleados del metro y portuarios, pero el movimiento sindical, dividido en cinco centrales obreras, no ha lanzado en conjunto una huelga nacional desde que Macri asumió en diciembre pasado.

La mayoritaria central sindical CGT pactó con el gobierno un bono de fin de año de 2.000 pesos para los trabajadores (unos 130 dólares), pero otras dos centrales lo consideran insuficiente y reclaman reabrir la discusión salarial.

"Vamos por el paro nacional, el pacto que firmó la CGT con el gobierno no acaba con el conflicto sindical", advirtió Micheli.

La mayoría de los sindicatos acordaron a principio de año aumentos salariales en torno al 27% anual.

"Hay diez puntos de pérdida en los salarios frente a la inflación, un bono no lo resuelve, queremos la reapertura de negociaciones salariales", explicó Micheli.

"Esta plaza es el símbolo de un pueblo que no está dispuesto a aceptar que la lógica de la gobernabernabilidad sea el ajuste, los despidos y enfriar la economía", dijo Hugo Yasky del sindicato docente y al frente de la central obrera CTA de los Trabajadores.

Yasky, como muchos en la marcha llevaba en el pecho una fotografía de Milagro Sala, la dirigente social encarcelada en Jujuy (norte) desde enero pasado tras motorizar una protesta contra el gobierno de esa provincia, aliado de Macri. Enfrentar cargos por supuesta defraudación, extorsión y asociación ilícita.

La ONU concluyó que su encarcerlamiento es arbitrario y reclamó a Argentina su liberación inmediata.

Más temprano representantes de pueblos originarios, campesinos y horticultores, integrantes de la Multisectorial Agraria marcharon tambiém la Plaza de Mayo.

En ese caso denunciaron "la política del gobierno de Macri, que solo favorece a los grandes grupos exportadores de granos y soja y carga sobre los pequeños productores el sector olvidado del campo", dijo a la AFP Lautaro Leverato, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos- Movimiento de Pequeños Productores (MTE-MPP).

"Veníamos de una situación mala pero la política profundizó esta crisis. Liberar el dólar, generar inflación en todos los costos de producción, el ajuste, la retracción del consumo, generó una baja de los precios de los productos de nuestros campesinos.

Según Leverato la "crisis en la economías regionales es la peor desde 2001", cuando Argentina sufrió un cataclismo económico y social y cayó en el default.

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