Las autoridades de Bolivia han detenido a Gustavo Vargas Gamboa, el gerente general de la compañía LaMia, aerolínea comercial cuyo avión (en el que viajaba el equipo de fútbol brasileño Chapecoense) se estrelló la semana pasada en el departamento colombiano de Antioquia, dejando 71 muertos y seis heridos.
Uno de los fiscales de la comisión de investigación del accidente, Iván Quintanilla, ha confirmado que Vargas ha sido detenido y trasladado a las oficinas del Ministerio Público, ubicadas en Santa Cruz, junto a dos empleados de la compañía.
Quintanilla ha informado de que la investigación se ampliará al copropietario de la empresa, Marco Rocha, tal y como recoge la agencia boliviana de noticias ABI.
El otro titular de la compañía, Miguel Quiroga, era el piloto que volaba el martes y que, además de estar acusado de no haber previsto el abastecimiento de combustible necesario para el viaje, tenía un procedimiento judicial abierto con la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), de la que salió de forma irregular.
Vargas Gamboa, un aviador militar retirado, fue piloto presidencial tanto de Evo Morales como de otros mandatarios, y está en el centro de la atención mediática desde que se supo que es el padre de un ejecutivo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), el organismo que le dio licencia a Lamia para operar.
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