EL CAMBIO CLIMÁTICO NO AFECTA A TODOS LOS GLACIARES DE LA ANTÁRTIDA

El calentamiento global no es evidente en toda la Antártida porque sus efectos sí llegan a los glaciares de la Península Antártica, pero no tanto a los de la costa occidental del mar de Ross, situado al sur de Nueva Zelanda.
Así se desprende de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Portland y del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos), y publicado en la revista ‘Geology’.
El estudio indica que el patrón de avance y retroceso de los glaciares no ha cambiado a lo largo de la costa occidental del mar de Ross, en contraste con el rápido encogimiento de los de la Península Antártica.
El oeste del mar de Ross es una región clave de la Antártida porque alberga un complejo y diverso ecosistema oceánico y la ubicación de varias estaciones de investigación antárticas, incluida la Estación McMurdo de Estados Unidos, que es la más grande del continente.
El equipo de investigación compiló mapas históricos y una variedad de imágenes de satélite del último medio siglo para examinar la actividad de los glaciares a lo largo de más de 700 kilómetros de costa. Los satélites de la serie Landsat de la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos fueron particulamente útiles para ese trabajo.
Los científicos examinaron 34 grandes glaciares a través de detalles del flujo de hielo, la extensión y la formación de icebergs. Aunque cada glaciar mostró avances y retrocesos, no hubo un patrón general en el tiempo.
Los resultados sugieren que los cambios en la respuesta de los glaciares a la temperatura del aire, la nevada y la temperatura de los océanos han sido mínimos en el último medio siglo en el oeste del mar de Ross.
El estudio fue motivado por trabajos previos que documentaban el significativo retroceso de los glaciares y el colapso de las plataformas de hielo a lo largo de la costa de la Península Antártica. Los cambios en curso de la región se destacaron recientemente con el agrietamiento y la separación de un iceberg grande de la plataforma de hielo Larsen C.
Estudios anteriores habían documentado pocos cambios en la costa occidental de Ross antes de 1995 y el nuevo estudio confirmó el trabajo anterior y extendió el análisis hasta la actualidad. Este trabajo subraya la complejidad del cambio climático antártico y la respuesta de los glaciares al calentamiento global.

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