CIENTÍFICOS EUROPEOS CULTIVAN PLANTAS EN LA ESTACIÓN INTERNACIONAL

Científicos de la agencia espacial europea dirigen la tercera fase del proyecto Seedling Growth, dedicado al cultivo de plantas en la Estación Espacial Internacional para buscar soluciones a la ausencia de gravedad.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), “el cultivo de plantas en condiciones de microgravedad es uno de los aspectos más importantes de cara a futuras misiones tripuladas a Marte, no sólo porque pueden producir alimentos para los astronautas, sino también porque contribuyen a la generación de oxígeno”.
“Seedling Growth es un proyecto conjunto de la NASA y de la ESA dividido en tres partes: la primera estuvo dirigida por la agencia estadounidense, la segunda fue responsabilidad de ambas y la actual depende sobre todo de la ESA", indicó la agencia.
El investigador principal de esta tercera fase es el doctor Francisco José Medina, del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, que cuenta con la participación de otros dos laboratorios franceses y de la ESA para estudiar cómo pueden cultivarse plantas en el espacio.
Según Medina, el propósito del experimento es comprobar cómo afecta la microgravedad al desarrollo de las plantas, ya que esta “es un factor esencial al determinar la dirección de la raíz y del tallo.
“Abajo” están los nutrientes que la planta tiene que tomar del suelo ( el agua y las sales minerales)”, “y arriba” está la luz, que es hacia donde crecen las hojas y donde se produce la fotosíntesis, un proceso esencial para el crecimiento y el desarrollo de las plantas”, explicó Medina.
“Si no hay gravedad, no existe arriba y no existe abajo”, prosiguió, y “las referencias para el crecimiento de la planta se pierden”. De ahí la importancia de este concepto.
Medina agregó que en el espacio, sin el marco de referencia de la gravedad terrestre, las plantas se desorientan, igual que al principio les ocurre a los astronautas, pero para ellas resulta un poco más complicado adaptarse a su nuevo entorno”.
Seedling Growth-3 quiere comprobar si la gravedad puede ser sustituida por otra referencia: la luz.
En definitiva, “el objetivo es comprobar si se puede engañar” a las células con irradiación de luz roja para que se comporten como lo harían en un entorno de gravedad terrestre”, concluyó.

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