EL CAMBIO CLIMÁTICO FAVORECERÁ LA ALTERNANCIA POLÍTICA A FINALES DE SIGLO

- Según un estudio de la Universidad de Harvard. El calentamiento global facilitará la alternancia política en los países más cálidos a finales de este siglo, lo que podría generar una mayor inestabilidad, incertidumbre macroeconómica y riesgo de fraude electoral y violencia, según un estudio que analiza 1.500 millones de votos y vincula la temperatura con los resultados electorales producidos en 19 países entre 1925 y 2011.
Nick Obradovich, experto en cambio climático y política ambiental de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), es el primer investigador en publicar un estudio sobre cómo el cambio climático tendrá un impacto en las elecciones democráticas a finales de siglo.
El estudio, publicado en la revista ‘Climatic Change’, analiza más de 1.500 millones de votos emitidos en más de 4.800 elecciones celebradas en 19 países entre 1925 y 2011, junto con datos meteorológicos y modelos climáticos, y prevé que el descontento de los votantes por los efectos sociales derivados de los fenómenos climáticos extremos y los desastres relacionados con el clima se traducirá en una rotación más frecuente de los partidos políticos.
Obradovich empleó resultados electorales de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Finlandia, Guyana, Honduras, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Rumania, Suiza y Zambia.
La investigación indica que temperaturas más calientes de lo normal en el año previo a una elección están asociadas a un porcentaje de votos más bajo para los partidos que están en el poder, lo que conduce a una mayor tasa de nuevos políticos con responsabilidades.
Estos efectos son aún más graves en las zonas con temperaturas anuales superiores a 21ºC, donde el apoyo de los votantes se reduce en nueve puntos porcentuales entre unos comicios y los siguientes, en comparación con los distritos electorales más fríos.
MAYOR INESTABILIDAD
Con estos datos, Obradovich prevé que el cambio climático puede reducir la cuota media de votos a los partidos en el poder (especialmente en los países más cálidos) en 2099, cuando se espera que las temperaturas aumenten hasta cinco grados más respecto a la era preindustrial de continuar las tendencias actuales.
Obradovich subraya que la rotación política es vital para el buen funcionamiento de una democracia y que esto podría aumentar por fenómenos climáticos que están fuera del control de los políticos.
"La rotación política impulsada de forma exógena puede acortar horizontes temporales democráticos, induciendo a los partidos y a sus políticos a centrarse en políticas de corto plazo a expensas de importantes estrategias a más largo plazo", advierte, antes de añadir: "Tales horizontes temporales políticos alterados pueden tener un impacto particularmente perjudicial sobre la mitigación del clima, ya que es poco probable que se observen los beneficios a largo plazo de mitigación entre una elección y la siguiente"
Obradovich señala que la incertidumbre causada por el aumento de las tasas de cambio político puede alterar directamente los resultados macroeconómicos en una escala más amplia. "La rotación en los países con débiles instituciones democráticas puede suponer el fin de la estabilidad política. Si los titulares en las democracias débiles prevén un mayor riesgo de perder el cargo, a veces emplearán el fraude y la violencia preelectoral para mantenerse en el poder”.

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