EL CONGRESO PIDE AL GOBIERNO QUE PROHÍBA EL COMERCIO DE PRIMATES

- Y que la tenencia se restringa a instituciones, centros de rescate y refugios autorizados. La Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados aprobó este jueves por asentimiento una proposición no de ley con la que pide al Gobierno que prohíba el comercio, la cesión o cualquier transacción, donación o intercambio de primates entre particulares y a particulares, así como su tenencia salvo a instituciones, centros de rescate, refugios y otras entidades expresamente autorizadas y legalmente reconocidas.
La iniciativa fue presentada por todos los grupos parlamentarios e incluye una enmienda del PP que señala que “se contemplarán excepciones por razones de investigación, biomédicas y programas de conservación de las especies”.
Todos los portavoces que tomaron la palabra se felicitaron del consenso alcanzado para dar luz verde a la proposición no de ley: Miguel Ángel Viso (PP), Gonzalo Palacín (PSOE), Jorge Luis (Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea), Toni Cantó (Ciudadanos) y Antonio Postius (PDeCAT).
La proposición no de ley subraya que los primates, que son los más cercanos al ser humano, están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites). Las diferentes especies de primates están incluidas en el Apéndice I (comercio prohibido) o en el II (comercio regulado).
Además, en virtud del real decreto de 1994 que establece las condiciones de policía sanitaria aplicables a los intercambios intracomunitarios y las importaciones procedentes de países terceros de animales, esperma, óvulos y embriones, los intercambios de primates están limitados por razones sanitarias y quedan restringidos a los organismos, institutos o centros oficialmente autorizados.
“REGULACIÓN CONFUSA Y CONTRADICTORIA”
Sin embargo, los grupos precisan que, aunque se podría entender que no es posible la tenencia, adquisición o transacción de primates por particulares, existe “una regulación confusa y contradictoria” que hace que no se cumpla con la previsión anterior.
Así, de acuerdo con Cites, respecto a los primates incluidos en el Apéndice I, si bien el comercio de individuos de los primates incluidos en el Apéndice I y capturados en la naturaleza es ilegal, los animales criados en cautividad se consideran pertenecientes al Apéndice II, por lo que en la práctica siempre que se disponga de la documentación pertinente, que actualmente está legalizando el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, “miles de primates se comercializan cada año en España para su tenencia particular”.
Esta situación legislativa contradictoria implica que durante años se hayan legalizado crías de primates a particulares, comerciantes y titulares de núcleos zoológicos, y que las autoridades no actúen ante el comercio y la tenencia de primates.
Desgraciadamente, apunta la proposición no de ley, el comercio de primates ha aumentado en los últimos años, sobre todo a partir de su venta por Internet, que ha permitido esparcir dichos animales por todo el territorio y, con ello, el incremento del número de animales abandonados, maltratados y decomisados, sin que apenas existan centros de rescate adecuados que puedan albergarlos.
MILES DE CRÍAS "LEGALIZADAS"
Los animales más afectados son los titís y tamarinos, que son los primates más pequeños del mundo. Esta característica los convierte en fáciles de manejar y hace que sean muy apreciados como mascotas y una fuente de dinero negro para aquellos que, habiendo obtenido una pareja, los hacen criar para luego venderlos a 1.500 o 2.500 euros la especie más común (‘Callithrix jacchus’) y hasta los 4.000 o 5.000 las crías de especies Cites I (‘Saguinus oedipus’ o ‘Cebuella pygrnaea’).
Cada pareja se reproduce dos veces al año, un mínimo de dos crías por parto, que, a su vez, al año y medio ya pueden reproducirse. Cada día se encuentran cientos de anuncios en Internet que ofrecen crías "legalizadas" para su venta, lo que puede evitarse dictando una regulación específica que ponga fin a esta problemática.
Los firmantes de la proposición entienden que "por razones de conservación, bienestar animal y salud pública, no se deben comercializar o poseer primates para su uso particular" y que su venta o cesión entre particulares debe estar prohibida y los intercambios limitados a organismos, institutos o centros oficialmente autorizados.

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