MARGALLO CREE “URGENTE” PASAR DE UNA “CULTURA DE LA REACCIÓN” A UN “CULTURA DE LA PREVENCIÓN” EN POLÍTICA EXTERIOR

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, aseguró este lunes que es “urgente” pasar de “una cultura de la reacción a una cultura de la prevención”, atributo éste que debe convertirse en “una dimensión esencial de la política exterior”.
Así se pronunció el jefe de la diplomacia española durante su intervención en la I Conferencia Internacional sobre Diplomacia Preventiva en el Mediterráneo que se está celebrando en la Casa del Mediterráneo de Alicante.
En ese sentido, Margallo aseveró que “prevenir, evitar el sufrimiento del otro ya no es un imperativo moral. Que lo es. Es garantizar nuestra propia viabilidad como individuos y como sociedades”, ya que un atentado en Alepo tiene consecuencias directas en Viena, un enfrentamiento entre comunidades en Iraq repercute en Túnez y una crisis humanitaria en el Sahel puebla de cadáveres el Mediterráneo.
Del mismo modo, el ministro manifestó que la “naturaleza de los conflictos se ha vuelto más compleja” debido a la aparición de “tensiones disgregadoras” dentro de los países y el “desbaratamiento de administradores y naciones enteras”.
Estas “crisis o conflictos”, dijo, “no son inevitables” sino que responden a “manifestaciones locales o regionales de los tiempos turbulentos que nos tocan vivir y para los que debemos encontrar respuesta, también desde y para el Mediterráneo”.
CNOTEXTO GENERAL
Por esa razón, destacó que es “urgente” pasar de una “cultura de la reacción” a una “cultura de la prevención”, un valor que ha de convertirse, “ya lo es, en una dimensión esencial de la política exterior”. “Y esa cultura de la prevención es especialmente necesaria en el Mediterráneo”.
Margallo ejemplificó su idea con la situación que se vive en el norte de África, una región que, a su juicio, demanda “más estabilidad, más democracia y más desarrollo”, lo que “requiere un acompañamiento por parte de la comunidad internacional”.
El ministro también comentó que esta idea España la ha llevado a la práctica a través de la fundación del Grupo de Amigos de Mediación de Naciones Unidas, la promoción desde el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución 2242, que incrementa la protección de la mujer y fortalece su papel como agente de paz, o la revisión de la resolución 1540, que se centra en la prevención de la proliferación de armas de destrucción masiva por parte de agentes no estatales, particularmente para fines terroristas.
A su vez, Margallo recalcó que las iniciativas regionales o multilaterales de diplomacia preventiva “tan sólo pueden tener éxito cuando los actores locales están plenamente involucrados en la resolución de sus medios pacíficos”.
PROPUESTAS ESPAÑOLAS
Esto le sirvió para reforzar el apoyo de España a la iniciativa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de establecer una oficina regional de Naciones Unidas en el norte de África, así como para proponer que cada país utilice sus embajadas como “antenas de alerta temprana” que adviertan “en tiempo real” de aquellas situaciones que comporten “amenazas a la paz y seguridad internacionales”.
Por otro lado, el ministro usó la experiencia española para destacar la importancia de “escuchar a las víctimas” y “fortalecer la cooperación judicial” para insistir en la necesidad de nombrar un representante de alto nivel del secretario general de la ONU para la prevención del extremismo violento, de crear un tribunal internacional contra el terrorismo y designar un representante especial para la libertad de prensa y de elaborar un comité para la tolerancia y mensajes positivos en Internet, una guía de buenas prácticas en educación y diversidad para la integración social y una plataforma de líderes religiosos por la paz.

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