Más del 80 por ciento han sido agresiones verbales, como insultos, amenazas o gritos, y cerca del 20 por ciento restante son agresiones físicas, según ha señalado este sindicato en un comunicado remitido a Europa Press.
El problema, a su juicio, es que "la mayoría de los casos no se denuncian" porque los profesionales "no quieren más problemas, desconocen que su administración les ofrece un asesoramiento jurídico, o tienen miedo a posibles represalias".
El sector sanitario es el más afectado por las agresiones, ya que entre el 60 y el 70 por ciento de los empleados públicos que las han sufrido en Valladolid pertenecen a centros sanitarios. Cerca de 200 profesionales sanitarios de Valladolid han sufrido algún tipo de agresión, según estimaciones de CSIF.
Estas agresiones suponen un tercio del total de los trabajadores agredidos en Sacyl en toda la Comunidad. La mayor concentración de agresiones se da en las unidades de psiquiatría, seguido de los servicios de urgencias.
Un 60 por ciento de este total corresponde a incidentes producidos en hospitales y un 40 en centros de salud. Dentro del sector sanitario, el personal de enfermería es el más afectado en Valladolid, con más del 50 por ciento de las agresiones producidas.
ENFERMERÍA
"Enfermería es un sector feminizado, por lo que también hay que considerar el factor de la desigualdad de género que se da en este tipo de agresiones, que también se evidencia en otros sectores", apunta el sindicato.
En el caso de Educación, más del 90 por ciento de los docentes que han sufrido alguna agresión en Valladolid son mujeres, de acuerdo con la información de CSIF, que contabiliza unas 20 agresiones al personal docente en la provincia Valladolid, unas 65 en el conjunto de Castilla y León.
En los centros de trabajo de la Junta de Castilla y León de Valladolid, al menos 16 profesionales han sufrido agresiones. Seis de estas agresiones se han producido en la residencia asistida a personas mayores La Rubia, cuatro en la residencia mixta de Parquesol, cinco en el centro de atención a minusválidos psíquicos y una en un registro de sección agraria comarcal.
En el ámbito local, los servicios sociales son los que más amenazas han sufrido; así como los policías locales, ya que más de un diez por ciento de las comparecencias en Comisaría son por insultos o agresiones a policías municipales.
Además, faltarían los datos de agresiones a los empleados dependientes de la administración central. Para CSIF, "los empleados públicos están muy desamparados", por lo que "es necesario un reconocimiento de su autoridad, y que se acabe la campaña de desprestigio que, desde el inicio de la crisis, vienen sufriendo con más énfasis".
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