El movimiento se ha adoptado tras cinco años de esfuerzos por parte de organizaciones medioambientales y el pueblo Rapa Nui de la isla de Pascua, famoso por su extremo aislamiento y misteriosas estatuas de piedra conocidas como Moai.
La creación del Área Protegida Marina Rapa Nui Rahui restringe la pesca comercial y la minería submarina, al tiempo que permite a los pescadores locales continuar su embarcación.
"La participación pública conduce a una mejor política con una conexión más profunda con los afectados y nos comprometimos a consultar con los Rapa Nui", ha señalado el ministro de Medio Ambiente chileno, Marcelo Mena, en un comunicado.
"Eso resultó en un voto para aprobar este área marina protegida, limitando las técnicas de extracción a las que son tradicionales para el pueblo Rapa Nui", ha añadido Mena.
En 2015, Bachelet se comprometió por primera vez a crear la reserva marina. El setenta y tres opr ciento de los votantes de la isla, a unos 3.800 kilómetros al oeste de la capital chilena, optó por aprobar la reserva a principios de septiembre.
"Los propios Rapa Nui han dicho: 'No queremos pesca industrial, no queremos minería'. Quieren continuar con sus tradiciones. Quieren continuar con la pesca artesanal", ha señalado a Reuters el jefe de un grupo de Rapa Nui a favor de la reserva, Ludovic Burns Tuki.
Según las organizaciones ambientales que apoyan la designación, la reserva será el hogar de muchas especies amenazadas a nivel mundial, como el tiburón martillo festoneado y el atún de aleta azul. Al menos 142 especies de peces en el área protegida no se encuentran en ningún otro lugar.
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