Según ha informado Cogersa, los kilogramos de papel y cartón, latas, briks, envases de plástico, botes y botellas de vidrio*, recogidos en el primer cuatrimestre de este año en los contenedores de colores se han incrementado, si los comparamos con el mismo periodo del año anterior en 200.000 kilogramos.
Ello sin considerar los restos de muebles, escombros, chatarras, electromésticos, aceites usados, pilas y baterías y otros residuos especiales del hogar que los ciudadanos llevan hasta los puntos limpios para, también, favorecer su recuperación.
Tras el estancamiento de los años de crisis (menor consumo de productos en las familias, menor actividad en el comercio y la restauración), la recogida separada volvió a acelerarse en 2015 con una mejora anual del 5%.
Cada asturiano aportó 45,97 kilos a los contenedores de reciclaje, que son 2,21 kilogramos más que el año anterior. La separación de las fracciones tradicionales ha aumentado casi un 18% en la última década. Y a ello habría que añadir las 35.625 toneladas recibidas en la red de puntos limpios y áreas de voluminosos, la mayor parte de las cuales (chatarras, maderas, áridos, aceites, etc.) se someten a procesos de valorización material.
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