Más de 6.000 alumnos del Colegio del Recuerdo participan en programas de servicio social en sus 25 años de historia

  • Más de 6.100 antiguos alumnos, 350 madres voluntarias y 42 organizaciones han formado parte del Servicio Social del colegio Nuestra Señora del Recuerdo en sus 25 años de historia. Este modelo, consistente en poner en contacto a los alumnos con realidades de exclusión social, llegó al centro en 1992 de la mano del entonces director, el jesuita Agustín Alonso, que importó el modelo de colegios de Estados Unidos y América Latina.
Más de 6.000 alumnos del Colegio del Recuerdo participan en programas de servicio social en sus 25 años de historia
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EUROPA PRESS
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"Es un motivo de gran alegría haber estado todos estos años trabajando por añadir esta mirada compasiva hacia la sociedad. La educación jesuita trata de formar integralmente y este elemento social proporciona una visión más realista y más cristiana del mundo", ha asegurado el director de centro, Antonio España.

El Servicio Social se desarrolla durante el curso escolar, y los jóvenes dedican una hora y media aproximadamente a la semana. Pueden elegir el día de preferencia y el área entre refuerzo educativo, personas ancianas, menores en riesgo de exclusión social, hospitales, personas sin hogar y personas con discapacidad.

La relación con algunos de estos proyectos se mantiene desde el comienzo, como por ejemplo con Casa de Santa Teresa, el albergue San Juan de Dios o Pueblos Unidos. Los alumnos y alumnas acuden siempre acompañados por madres voluntarias, que orientan y apoyan a los jóvenes en su intervención social.

El joven Rafael Seco, que ahora estudia Terapia Ocupacional, partició durante el curso 2012-2013 en Avance, el programa de ocio y tiempo libre de la Fundación Nuestra Señora del Camino y desde entonces sigue acudiendo cada domingo.

"Tuve una hermana con discapacidad, la cual falleció y eso me movió a ayudar y colaborar con estas personas. La única dificultad que tenía al principio era la de entender a ciertas personas debido a que algunas son mudas o sordas, pero ahora les comprendo perfectamente", explica.

Entre las personas a las que acompañan estos jóvenes del Colegio Nuestra Señora del Recuerdo se encuentra Carmen, de 52 años, que vive en la Casa de Santa Teresa, un centro de la Congregación de las Hijas de Santa María de la Providencia que acoge a 41 personas con discapacidad intelectual.

"Son muy majos, muy cariñosos, nos quieren mucho y nosotras a ellos. Nos preguntan qué queremos hacer y nosotras elegimos: ir a hacer un recado, pasear, pintar, jugar a algún juego", subraya. También preparan con ellos un baile durante el curso para representarlo antes de la obra de teatro del grupo de padres y madres del colegio. "Somos las teloneras", afirma orgullosa.

ACOMPAÑAMIENTO A MIGRANTES

Por su parte, la antigua alumna Belén García-Collantes, actualmente psicóloga, participó durante el curso 2003-2004 en un programa de Pueblos Unidos, una organización de la Compañía de Jesús que acompaña a personas migrantes en el barrio de la Ventilla.

Su labor consistía en dar apoyo escolar a un grupo de niños y niñas entre 8 y 10 años. "Elegí apoyo escolar porque en ese momento, con 16 años, era el área en que me veía más capaz", explica Belén. También destaca el papel de las madres del colegio que les acompañaban. "Si había alguna situación tensa, estaban allí y eran un modelo para nosotros porque no fallaban nunca", señala.

El Colegio Nuestra Señora del Recuerdo fue inaugurado el 24 de septiembre de 1880, en la finca denominada 'El Recuerdo', ubicada en Chamartín de la Rosa, entonces, un pueblo cercano a Madrid. La finca fue cedida por los Duques de Pastrana a la Compañía de Jesús, con la voluntad de que se fundara en ella un centro educativo.

El Colegio, como Comunidad Educativa Cristiana, pretende preparar a sus alumnos "para afrontar responsablemente el esfuerzo por la superación de la presente situación de injusticia, creciente desnivel económico y social y paro laboral, y por la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, la solidaridad interregional e internacional, el ecumenismo religioso, el progreso cultural y las nuevas tecnologías".

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