Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos sucedieron en junio de este año 2016. El acusado, con pasaporte de Bolivia y residente legal en España, fue interceptado en el punto de verificación fiscal de pasajeros y equipajes de países no pertenecientes a la Unión Europea del aeropuerto.
Los agentes de la Guardia Civil le instaron a someterse a una explotación radiológica abdominal "dadas las sospechas de poder ser portador de sustancias estupefacientes", a lo que el hombre accedió libre y voluntariamente, señala la resolución.
La radiografía realizada evidenció que el acusado llevaba en el intestino y zona rectal cuerpos extraños en forma de bellotas, por lo que se le detuvo y se le trasladó a un hospital, donde expulsó las 63 cápsulas que tenía en su organismo y que resultaron contener 881 gramos de cocaína.
Por estos hechos, la Sala condena al acusado por un delito contra la salud pública y se le impone una pena de tres años y tres meses de prisión y el pago de 60.000 euros de multa. La sentencia es firme ya que se dicta con la conformidad del acusado y de su defensa.
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