EL REY DESTACA LA "INTENSA" LABOR ASISTENCIAL DE LA IGLESIA ESPAÑOLA A CUATRO MILLONES DE DESFAVORECIDOS

- Durante la visita a la Conferencia Episcopal con motivo de su 50º aniversario. El Rey destacó hoy la “intensa” labor asistencial de la Iglesia católica española a través de sus organizaciones de acción social y caritativa, que durante la crisis ha conseguido “que más de cuatro millones de personas que residen en nuestro país y fuera de nuestras fronteras hayan podido beneficiarse de su labor y de los proyectos que desarrollan”.
En el discurso que pronunció con motivo de la visita de los Reyes a la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE) con ocasión de su 50º aniversario, Felipe VI pidió a los españoles “reconocer y agradecer a la Iglesia la intensa labor asistencial que desarrolla, el ejercicio de solidaridad que realiza y proyecta y que contribuye también la cohesión” social.
El Monarca, que se dirigió al centenar de obispos congregados en la sala de la Asamblea Plenaria de la sede episcopal, valoró asimismo que “mediante el trabajo de coordinación y dirección de la CEE ha aumentado en más de un 70% los centros sociales o asistenciales donde se hace presente una actividad asistencial que también ha aumentado en más de un 15%”. Con ello, dijo, “la Iglesia sigue estando al lado de los enfermos, los excluidos, los inmigrantes y todos aquellos otros colectivos más vulnerables”.
El Rey citó explícitamente la labor de Cáritas, Manos Unidas, así como los centros sanitarios, de formación, cultura, de lucha contra la pobreza y de promoción laboral católicos.
Respecto a los 50 años de vida de la CEE, recordó que esta organización ha acompañado al país en el proceso de para de ser “un Estado confesionalmente católico a declarar constitucionalmente su aconfesionalidad”.
En sus palabras, el Rey también subrayó la independencia eclesial de la comunidad política “así como de la necesaria cooperación entre ambas” y que, aunque su “función primordial” ha sido responder a las necesidades internas de la Iglesia española, “su actividad ha trascendido la pastoral, educativa o cultural”.
Por ello, insistió, “hoy podemos reconocer el gran impacto que en nuestra sociedad tiene su actividad caritativa y asistencial”, gracias a una “vocación de servicio y ayuda a la sociedad” que ha sido “constante”. “Pero es en los momentos de crisis cuando dicha presencia se ha hecho más visible”, recalcó.
El discurso de Felipe VI también abordó el derecho de libertad religiosa, “que entronca directamente con el concepto de dignidad humana", piedra angular sobre la que descansan los derechos fundamentales, y el papel de la CEE “en la consolidación y el reconocimiento del pluralismo” gracias a la promoción del diálogo social y político.
A modo de conclusión improvisó unas palabras en las que deseó “una buena preparación espiritual para la Navidad” ante el comienzo del tiempo litúrgico del Adviento.
LEALES CIUDADANOS
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, dirigió unas palabras a los Reyes, definiendo a los obispos como “leales ciudadanos” y destacando la “aportación importante a los ciudadanos”, que la CEE realiza a través de instituciones católicas como Cáritas, Manos Unidas o los 13.000 misioneros españoles que hay en el mundo. “Estas instituciones de la Iglesia muestran que la fe cristiana repercute en beneficio de muchas personas de cerca y de lejos”, recalcó.
Blázquez recordó que la creación de la CEE fue fruto del Concilio Vaticano II y que, tras su creación en 1966, convivió durante una década con “el régimen anterior”: “En aquella situación histórica con los cambios de envergadura que comportaba, estamos persuadidos de que la Iglesia prestó una colaboración relevante a nuestro pueblo”.
El presidente de la CEE concluyó su intervención pidiendo a Dios “que bendiga a la familia real y sus hijas”, también subrayó la definición que se hace desde el Vaticano del concepto de “libertad religiosa”.
VISITA ESTABLECIDA
El acto, según informaron fuentes eclesiásticas a Servimedia, estaba establecido por la Casa Real al margen de la situación política que hubiese en esta semana (con Gobierno en funciones o no, o que el Ejecutivo fuese del signo político que fuese), fechas habituales para la convocatoria de una de las asambleas plenarias anuales de los prelados.
La visita de este martes se suma a la que realizaron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía a la sede de la CEE en 1993 y también en 2001, con motivo del 25º de la renuncia del rey al privilegio de presentación de obispos.
En esta ocasión, don Felipe acudió acompañado de la reina Letizia, y ambos fueron recibidos en la sede de la CEE en Madrid por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, el vicepresidente de los obispos, José María Gil Tamayo, y cuatro cardenales que forman parte de la Plenaria del Episcopado: el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el cardenal emérito de Madrid, Antonio María Rouco, el de Sevilla, Carlos Amigo, y el arzobispo emérito de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, entre otros.
Ya en el interior de las instalaciones del Episcopado, los Reyes saludaron a los alrededor de 100 obispos invitados, a los que se sumaron el nuncio de la Santa Sede en España, Renzo Fratini, otros obispos extranjeros, representantes de organizaciones eclesiales y personal de la casa.
El gran ausente fue el vicepresidente de la CEE y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, creado cardenal el pasado sábado por el Papa en Roma y que estos días acude a la reunión de la Secretaría General del Sínodo en el Vaticano. Como regalos institucionales por la vista, los Reyes han recibido un busto de Juan Pablo II y un ejemplar del Misal Romano en español.

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