DISCAPACIDAD. EXPERTOS AFIRMAN QUE ES POSIBLE MEJORAR LA CAPACIDAD COGNITIVA DE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN

La investigadora del Centro de Regulación Genómica de Barcelona Mara Dierssen afirmó hoy en el IV Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down 2016, que se celebra en Salamanca, que es posible “mejorar la capacidad cognitiva de las personas con síndrome de Down” mediante la combinación de farmacología y estimulación cognitiva.
Según Dierssen, la clave está en “la epigalocatequina galato (un polifenol del té verde) en combinación con un programa de estimulación cognitiva, que mejora memoria, funciones ejecutivas (planificación y resolución de problemas) y competencias en la vida diaria de las personas con síndrome de Down”.
El compuesto es fruto de las investigaciones del Imim (Instituto de Investigación Hospital del Mar) y del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, se comercializa ya en España con el nombre de FontUp y cuenta con el aval de Down España, que colaboró en la investigación y en su difusión.
Para la investigadora, aún son muchos los interrogantes en relación a este compuesto porque “queda mucho por investigar”. Por ello, lamentó “los pocos fondos dedicados a investigación y el escaso interés de las farmacéuticas en productos orientados al colectivo de personas con síndrome de Down”.
La investigadora abordó los enfoques terapéuticos en el síndrome de Down con relación a la expresión genética personas con esta discapacidad. “El principal problema es que hay un exceso de proteínas y necesitamos que estén en la dosis justa para que funcionen de manera correcta”, recalcó. Dierssen explicó que “en investigación del síndrome de Down hemos pasado de una terapia más clásica a intentar modificar el curso de una patología que tiene un recorrido muy largo en el tiempo. También podemos prevenir lo que va a producirse en el futuro”.
PANORAMA ESPERANZADOR
El panorama es hoy más esperanzador que nunca y “muchos grupos de trabajo se han decantado por investigar la plasticidad neuronal”, un área que la investigadora considera crucial para entender cómo opera el cerebro en las personas con síndrome de Down.
“La plasticidad neuronal afecta a la capacidad de actuar y cambiar con el entorno, aspectos éstos afectados en las personas con esta discapacidad intelectual”, añadió.
Además, continuó, se sabe que esta plasticidad “es más importante durante el desarrollo” (en los primeros años de vida), porque es cuando van a formarse los circuitos neuronales. "Si en la infancia hay un buen entrenamiento cognitivo, va a ser más fácil conseguir la plasticidad neuronal en la edad adulta”, afirmó.
El doctor Jesús Flórez, participante también en la jornada de hoy, manifestó que “España es uno de los países más avanzados del mundo en investigación sobre el síndrome de Down y en la formación y empoderamiento de las personas que lo tienen”.
Aun así, expresó “la necesidad de utilizar abordajes tanto farmacológicos como no farmacológicos”, ya que existe “una enorme variabilidad de cambios y diferentes grados de alteración”.
Desde la terapéutica farmacológica, tal como explicó Flórez, se está trabajando en la actualidad en reprimir la actividad de genes del cromosoma 21 y en actuar sobre las manifestaciones fenotípicas del síndrome, ante lo cual el doctor planteó la reflexión ética de “cuáles de las alteraciones fenotípicas del síndrome de Down son las que queremos eliminar”.
“Estoy seguro”, comentó, “de que sería deseable eliminar las cardiopatías congénitas (un 50% de las personas con síndrome de Down nacen con ella), la leucemia (más frecuente en este colectivo), el envejecimiento precoz y el alzheimer, así como reducir la discapacidad cognitiva”, pero el interrogante sería “si al modificar estos genes se modificarán también algunos rasgos positivos del síndrome de Down, como la paciencia, la espontaneidad, la alegría, la adaptabilidad, o la bondad”.

Mostrar comentarios