Desaparición de periodistas en Colombia muestra Estado "ineficaz" y reto para la paz

La desaparición de tres periodistas en el Catatumbo, una región del noreste de Colombia donde guerrillas y crimen organizado imponen su ley, evidencia un Estado incapaz de controlar todo su territorio y pone en riesgo la construcción de paz tras medio siglo de conflicto, estiman analistas.

El rastro de la periodista española Salud Hernández se perdió el sábado en el municipio El Tarra mientras investigaba sobre cultivos ilícitos en la zona, y donde desde el lunes tampoco se sabe nada del reportero Diego D'Pablos y el camarógrafo Carlos Melo, de la cadena local RCN.

"Esto muestra que el Estado colombiano no tiene control total de todo el territorio", señaló el experto Kyle Johnson, del International Crisis Group, una ONG con sede en Bélgica que hace seguimiento a conflictos armados.

"También muestra que implementar el acuerdo de paz en el Catatumbo va a ser un desafío enorme, no solo por el poder de los grupos armados ilegales que operan allí, sino por los conflictos sociales agravados en los últimos años y la falta de legitimidad del Estado", agregó, en alusión al esperado pacto con las FARC, principal guerrilla del país, en la recta final de diálogos con el gobierno.

En el Catatumbo, un área de unos 4.800 km2 fronteriza con Venezuela y muy disputada por los grupos ilegales por una geografía que favorece el cultivo de la hoja de coca, actúan bandas narcotraficantes y guerrillas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y disidencias del extinto Ejército Popular de Liberación (EPL).

Ninguno de estos grupos ha reivindicado tener a los periodistas, pero tanto Johnson como otros observadores coinciden en que el ELN es el "más probable responsable".

"De comprobarse que los periodistas están en posesión del ELN, esto plantea considerables retos a los diálogos con ese grupo, ya que la liberación de los secuestrados y el compromiso de no seguir secuestrando ha sido uno de los requisitos del gobierno para iniciar la fase pública" de negociaciones de paz, apuntó Arlene Tickner, profesora de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.

El ELN, surgido como las FARC en 1964 tras una sublevación campesina, anunció a finales de marzo el próximo lanzamiento de la fase pública de diálogos de paz tras más de dos años de conversaciones preliminares confidenciales.

"Esta situación confirma el reto pendiente de Colombia en (un escenario de) postacuerdo con las FARC", precisó Tickner, también columnista del diario El Espectador.

"Lo ocurrido en el Catatumbo muestra que el Estado colombiano no puede garantizar todavía la seguridad de la población y esto sin duda constituye uno de los desafíos principales a la construcción de paz", añadió.

Según el analista Jorge Restrepo, el problema no es la falta del Estado en zonas como el Catatumbo, donde hay "gran presencia militar" y "programas de desarrollo para la sustitución de cultivos ilícitos desde finales de los años 1980", sino su incapacidad de generar confianza en las comunidades, que "son vistas como parte del enemigo".

"Esto evidencia un Estado ineficaz, incapaz de lograr lo que se propone", agregó el director del centro de análisis del conflicto CERAC, quien enfatizó que lo que pasa en el Catatumbo prueba una vez más "que un proceso de paz solo con las FARC es incompleto".

"De pronto vivimos en un espejismo de falsa seguridad porque la violencia de las FARC se ha reducido a sus mínimos. Pero hay otros grupos que hacen parte del conflicto armado y hay que sumar al proceso de paz", explicó Restrepo, instando a "valorar" como positivo lo logrado hasta ahora con las FARC.

En una columna en el sitio web La silla vacía, su directora, Juanita León, destacó que "el hecho de que se firme la paz con las FARC no necesariamente implicará que llegue el posconflicto (al Catatumbo), pese a que esa será una de las zonas priorizadas", según dijo el gobierno.

Colaboradora del diario español El Mundo y columnista del colombiano El Tiempo, la propia Hernández puso foco sobre el tema justo antes de su desaparición, en declaraciones a un medio regional.

"Yo no veo el postconflicto en el Catatumbo pero vamos, ni en el mediano plazo para nada. Se desmovilizarán las FARC y no pasará absolutamente nada. Desgraciadamente para la gente aquí, seguirá existiendo el ELN, seguirá existiendo el EPL, y los renegados de las FARC se irán a incrementar esos grupos", dijo.

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