Dexeus consolida una unidad para diagnóstico y terapia de la incontinencia fecal

  • El Hospital Universitario Dexeus-Quirónsalud ha consolidado un programa transversal y multidisciplinar que inició en 2016 para el abordaje y tratamiento de la incontinencia fecal, ha informado el centro este miércoles en un comunicado.
EUROPA PRESS

Este programa, que ha tratado a un centenar de pacientes, involucra distintas unidades del centro que ya colaboraban desde hace años para tratar esta patología, pero desde 2016 lo hacen de manera integrada.

A mediados de 2017, la unidad ha hecho balance de esta experiencia, que ha contado con la participación de los médicos Carlos Hernandez-Ballesteros y Enric Vidal Gispert de la Unidad de Motilidad Digestiva (Gastrodex), de especialistas en ginecología y neurología, y de los especialistas en cirugía y proctología del grupo Quirúrgica, coordinados por Laura Lázaro.

Se trata de un problema invisible del que los afectados no suelen hablar y tampoco consultan, y del que los médicos investigan poco; se estima que una de cada tres personas mayores de cincuenta años (1-7% de la población) sufren esta patología en diferentes grados, que puede llegar a ser muy incapacitante para el paciente.

El centro ha lamentado que la incidencia de la incontinencia fecal no se conoce con exactitud, por lo que al ser un tema tabú se contribuye a su infradiagnóstico.

Se han descrito prevalencias del 2,2-17% en la población general, y del 10-39% en pacientes institucionalizados, tratándose de un trastorno oculto e invisible a los ojos de la sociedad, ya que muchas veces el paciente mismo no lo consulta con su médico, y también es habitual que haya una escasa respuesta y participación de los profesionales ante este cuadro clínico por el desconocimiento de las opciones terapéuticas reales.

El control normal y voluntario de las heces depende de un equilibrio entre el anillo muscular esfinteriano (esfínter anal interno, esfínter anal externo, músculo puborrectal), la sensibilidad rectal --reflejo rectoanal, adaptabilidad, discriminación, etc-- y las raíces nerviosas que los inervan (raíces sacras, nervios pudendos, sistema simpático y parasimpático).

Por lo tanto, cualquier alteración en uno o más de los factores anteriores puede favorecer el desarrollo de incontinencia fecal: la afectación de los músculos del recto o del ano, un problema en la percepción de la necesidad de defecar o afecciones físicas y/o mentales que impiden reconocer la necesidad de ir al baño.

"Esta afectación es un problema que se puede tratar y solucionar. Por eso es tan importante dar visibilidad a esta patología que el paciente no suele compartir, y hacerle llegar el mensaje de que hay opciones terapéuticas que se pueden explorar", ha señalado el jefe de Servicio de la Unidad de Cirugía General del Hospital Dexeus, Joan Torralba.

BUEN DIAGNÓSTICO

A su juicio, para un buen diagnóstico, es necesario realizar un estudio de antecedentes y hábitos, así como algunas pruebas sencillas que permitirán determinar la causa específica de la incontinencia fecal y aportar el tratamiento más adecuado, que va desde la rehabilitación funcional de los esfínteres a la cirugía.

"Esta valoración del paciente la realizan los digestólogos, los cirujanos o los ginecólogos a quienes el paciente llega consultando; posteriormente trabajaremos de forma coordinada para poder realizar todo el estudio y las pruebas detalladas, hasta llegar al diagnóstico exacto de la causa de su incontinencia", ha comentado Enric Vidal.

NEUROESTIMULACIÓN

"La neuroestimulación es uno de los tratamientos más agradecidos y menos invasivos de los que disponemos actualmente para las incontinencias en que fracasa el tratamiento médico y en las que no está indicada la cirugía reparadora", según Laura Lázaro.

Ha explicado que puede realizarse de forma periférica mediante la estimulación del nervio tibial posterior en sesiones periódicas o mediante la implantación de un pequeño dispositivo en las raíces sacras, como si fuera un marcapasos, de modo que se emiten impulsos eléctricos y se rehabilitan los mecanismos que intervienen en la defecación.

En las unidades del aparato digestivo tanto médicas como quirúrgicas, un 70% de las visitas son visitas proctológicas y alrededor de un 30% tienen que ver con algún grado de incontinencia fecal.

Las lesiones que se diagnostican y tratan más frecuentemente son hemorroides, fístulas, fisuras y papilomas anales --una lesión premaligna que se debe tratar quirúrgicamente según su grado--.

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