ESPAÑA Y OTROS 138 PAÍSES FUNCIONARÁN CON ENERGÍA 100% RENOVABLE EN 2050

- Según un estudio de 27 investigadores que conciencia sobre las posibilidades de las energías limpias. Un total de 139 países, entre ellos España, tienen la capacidad suficiente para funcionar en 2050 con energías renovables procedentes del viento, el agua y el sol, lo que supondría la creación a largo plazo de 24 millones de empleos, una reducción anual de entre cuatro y siete millones de muertes por contaminación atmosférica, la estabilización de los precios de la energía y un ahorro de más de 20 billones de dólares (16,8 billones de euros) al año en costes asociados a la salud y el clima.
Así lo asegura un equipo internacional de 27 investigadores alemanes, daneses o estadounidenses liderado por Mark Z. Jacobson, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), que explican su hoja de ruta en la revista ‘Joule’ a lo largo de 202 páginas.
El desafío de que el planeta se mueva con energías limpias para evitar el calentamiento global y crear países energéticamente autosuficientes es uno de los mayores de la actualidad. La hoja de ruta desarrollada por el equipo encabezado por Jacobson señala que un futuro 100% renovable es posible.
Los investigadores aseguran en su estudio, recogido por Servimedia, que 139 países, entre ellos España, pueden alimentarse con un 80% de energías renovables en 2030 y el 100% en 2050 a partir de energía eólica, hidráulica y solar.
“Tanto los individuos como los gobiernos pueden liderar este cambio. Los políticos generalmente no quieren comprometerse a hacer algo a menos que haya alguna ciencia razonable que pueda demostrar que es posible y eso es lo que tratamos de hacer”, apunta Jacobson.
El estudio examina los sectores de electricidad, transporte, calefacción y refrigeración, industria y agricultura, silvicultura y pesca de cada país. Esas 139 naciones aglutinan el 99% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en todo el mundo y fueron seleccionadas porque la Agencia Internacional de la Energía dispone de datos energéticos.
Estados Unidos, China y la UE tienen más facilidades para realizar una transición energética apostando por el viento, el agua y la energía solar al 100%, mientras que otros cuentan con más dificultades, sobre todos los pequeños Estados insulares, como Singapur.
DATOS DE ESPAÑA
En el caso de España, los investigadores señalan que puede alimentarse en 2050 enteramente con energías renovables: 33,5% con eólica terrestre; 17,2% con paneles solares en las casas; 13,6% con eólica marina; 11,0% con energía solar concentrada; 8,4% con plantas solares; 8,3% con paneles solares en edificios comerciales y gubernamentales; 6,3% con plantas hidroeléctricas; 1,5% con energía undimotriz (procedente de las olas), y 0,2% con energía mareomotriz.
Además, España llegaría a mediados de este siglo con una reducción del 44% en la demanda de energía, alrededor de 17.400 muertes anuales menos por contaminación atmosférica, 179.000 millones de dólares (150.000 millones de euros) en ahorro por motivos sanitarios y climáticos, y la creación de 155.000 empleos en construcción de infraestructuras y otros 164.000 para su funcionamiento cotidiano.
Los países o regiones líderes por tipo de energía límpia son Bielorrusia (64,5% eólica terrestre), Hong Kong (98,2% en eólica marina), Cuba (6,0% en undimotriz), Kosovo (35,9% en geotérmica), Tajikistán (88,1% en hidroeléctrica), Reino Unido (1,8% en mareomotriz), Nepal (28,6% en paneles solares en casas), Congo (38,1% en paneles solares en edificios comerciales y gubernamentales), Luxemburgo (92,8% en plantas solares) y Botsuana (12,0% en energía solar concentrada).
BENEFICIOS COLATERALES
Por otro lado, el estudio indica que esa hoja de ruta hacia un modelo energético renovable aporta beneficios colaterales. Así, descartar el uso de petróleo, gas y uranio supone eliminar la energía asociadas con la minería, el transporte y el refinado de esos materiales, con lo que la demanda internacional de energía caería un 13%, a lo que se añadiría otro 23% porque la electricidad es más eficiente que la quema de combustibles fósiles.
Además, los cambios en la infraestructura supondrían que los países no necesitarían depender unos de otros para combustibles fósiles, lo que reducirían los conflictos internacionales sobre la energía.
Sobre que se cuestione el uso del viento, el agua y el sol para la energía porque depende de tecnologías como el almacenamiento subterráneo de calor en las rocas y que los aviones tendrían que ser impulsados con electricidad o hidrógeno, Jacobson indica que ese almacenamiento subterráneo se asemeja a la calefacción urbana, que proporciona el 60% del calor en Dinamarca, ya hay transbordadores y cohetes impulsados con hidrógeno y las compañías aéreas invierten ahora en aviones eléctricos.
Los investigadores recalcan que las fluctuaciones diarias y estacionales sobre la disponibilidad de viento, agua y energía solar pueden abordarse de varias maneras, que el coste de las energías limpias es una cuarta parte del sistema actual basado en combustibles fósiles y que la inversión tecnológica inicial se recuperaría con el tiempo al reducirse los costes relacionados con la salud y con los efectos climáticos.

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