Ecologistas en Acción pide a Gobierno que elimine la presencia de lindano en España, cuya toxicidad permanece desde 1990

  • Ecologistas en Acción ha exigido al Gobierno, así como a las administraciones afectadas, que erradique la presencia de lindano en España, un "insecticida persistente, tóxico y bioacumulable" cuya producción cesó a principios de los años 90 pero dejó, según afirma la entidad, una huella medioambiental "de difícil gestión" que perdura a día de hoy.
EUROPA PRESS

Por este motivo, la asociación ha presentado el informe 'Fabricación y uso del lindano. Crónica de un envenenamiento persistente y silencioso', con el que pretende instar al Gobierno y demás administraciones afectadas "para que asuman de una vez la responsabilidad de dibujar el mapa del lindano en España y pongan los medios para erradicar esta carga contaminante".

El lindano es un isómero gamma del hexclorociclohexano, un insecticida que está totalmente prohibido en la UE desde 2008. Según indica Ecologistas, el proceso de producción, que era "altamente ineficiente", generaba entre seis y diez toneladas de residuos por cada tonelada de producto final. Las principales fábricas se ubicaron en Vizcaya, Huesca y Pontevedra.

Tal y como asegura, existen puntos de contaminación conocidos y "altamente preocupantes" como el de Sabiñánigo, cuya fábrica aún no ha sido desmantelada, y que alberga en este y otros emplazamientos cercanos una "carga tóxica de difícil gestión", lo que supone "miles de toneladas de residuos conectados a nivel hidrológico con el río Gállego que constituyen una bomba química y cuya costosísima gestión es una lucha contra el tiempo que plantea retos aún sin solucionar".

Según la asociación, se sabe que los residuos de lindano viajaron a diferentes puntos de la geografía española, sin que en muchos casos se conozca la ubicación de los vertidos, la cantidad depositada y las condiciones en que se realizaron. "Esto explica que años después de su prohibición se siga detectando su presencia por parte de las confederaciones hidrográficas en bastantes cursos de agua distribuidos por casi todo el país", añade Ecologistas, que pone de ejemplo "casos recientes muy alarmantes aún sin solución satisfactoria".

Tal es el caso de la contaminación del embalse de Oiola, que abastece de agua de boca a más de 100.000 personas y que ha sido desconectado intermitentemente en función de los niveles medidos desde que, por primera vez, se detectara la sustancia en 2008. "Tras un considerable gasto económico por parte del gobierno autonómico, a fecha de hoy todavía no se ha localizado el foco de la contaminación, que aumenta en épocas de fuertes lluvias", opina la asociación, que considera que la ubicación de estos y otros vertidos "continúa hoy siendo un misterio".

En este sentido, Ecologistas subraya la necesidad de afrontar "decisivamente esta situación para erradicar esta herencia ambiental" y ha pedido "responsabilidades penales, administrativas y políticas" y ha recordado que fue el Parlamento europeo el que, al encargar un estudio en 2016 sobre el tema, reveló que la situación del lindano "es un problema estructural también en otros países de Europa".

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