Según ha informado este viernes Fira de Barcelona en un comunicado, el estudio señala que la mayoría de las piscinas de uso público y colectivo en España están ubicadas en las comunidades de vecinos, seguidas de hoteles y las instalaciones deportivas; el resto lo configuran las piscinas ubicadas en alojamientos rurales, parques acuáticos, campings y centros de hidroterapia.
Las comunidades autónomas que concentran el mayor número de piscinas de uso público son Andalucía, seguida de Catalunya y la Comunidad Valenciana.
La mayoría de las piscinas de más de 20 años no están rehabilitadas ni está previsto que se realicen reformas a medio plazo, lo que genera un gran número de posibilidades para las empresas del sector, puesto que las piscinas de uso público son las menos estacionales y, además, requieren reformas a corto y medio plazo orientadas a actualizar los equipamientos para adaptarse a las normativas sanitarias.
Otra importante vía de negocio es la construcción o la renovación de las instalaciones acuáticas de los centros destinados al ocio o al turismo para aumentar el valor del establecimiento.
Los expertos también aseguran que es conveniente que las piscinas incorporen los últimos avances tecnológicos como las soluciones que ofrecen los sistemas IOT (Internet de las Cosas) para hacer un uso sostenible de los recursos, respetar el medio ambiente, aumentar la rentabilidad de la piscinas y mejorar la experiencia de uso, tanto si se trata de instalaciones deportivas, como si es la piscina de una comunidad de vecinos, de un hotel, un parque acuático, un camping o un centro de wellness.
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