La FER reconoce el "mérito" del Café Moderno tras cien años de vida

En el acto, dentro del propio Café Moderno, Librado ha considerado que, desde la sección de Hostelería de la Federación de Empresarios de La Rioja no podían "dejar pasar un minuto sin reconocerles lo que han hecho por la hostelería y la ciudad".

Mariano Moracia ha considerado un "honor" el reconocimiento a su familia, los empleados y "los clientes que día a día han hecho vivo el local".

Ha anunciado la presentación, el próximo 6 de junio, de un libro que recoge la historia de Logroño a través del Café. "Los años difíciles de la guerra; cuando venían los pescadores del Ebro; la playa de Logroño..." ha adelantado de su contenido.

Ha recordado cuando el café era teatro (hasta el año 56). "Cuando vino Machín de Cuba", ha relatado, "a mi abuelo le daba mucho miedo, por los papeles y la censura".

Preguntado por el secreto para que un café esté cien años abierto ha apuntado a "ser muy constante, porque la hostelería es muy dura, a veces innovar, no quedarte quieto, y seguir luchando con mucha ilusión, pensando que esto es una forma de vida, no solo un trabajo; y, sobre todo, teniendo detrás una gran mujer".

HISTORIA DEL CAFÉ MODERNO

Este café, impulsado por la familia Martínez Zaporta, propietaria en aquella época del edificio en el que se encuentra, abrió sus puertas un día indeterminado de enero de 1916, después de la festividad de Reyes, en el espacio que previamente había ocupado una zapatería.

Su primer nombre fue Café Madrid y estaba regentado por Matías Monasterio; después, cambió de propietarios y de nombre, dado que se denominó 'Novelty' y 'Oriental'; y en 1936, pocos meses antes de estallar la guerra civil española, tomó las riendas del negocio Mariano Moracia, nacido en Nalda, quien lo bautizó con su actual denominación.

Posteriormente, se hizo cargo del local su hijo, Juli Moracia, y, luego, su nieto Mariano, actual propietario; con la previsión de que, en un futuro cercano, asumirá su titularidad su bisnieto Adrián.

El Café Moderno, durante sus cien años de vida ha estado estrechamente vinculado al mundo del espectáculo. En su condición de ambigú del antiguo teatro del mismo nombre, con el que estaba comunicado a través de una puerta interior, en sus mesas se han sentado artistas como Lola Flores, Fernando Fernán Gómez y Lina Morgan.

También ha sido escenario de películas como Calle Mayor; y, para sus clientes, ha programado actuaciones de cupletistas, magos, bailarinas, animadoras y solistas, como Antonio Machín.

Miano Moracia, en 2009, recibió la Insignia de San Bernabé, en reconocimiento a su trayectoria personal y profesional y su reconocido prestigio en Logroño.

momento de tristeza y recuerdo, uno de los mejores Barman, Alfredo Barquín, creó La Mercad (antes de traspasásela a Lorenzo Cañas) y el Café Robinson