Francia debate sobre un islam "arraigado en la República"

El gobierno francés abre este lunes un debate sobre el islam de Francia, segunda religión del país y que suscita controversia tras los atentados yihadistas, con el objetivo de que esté más "arraigado en los valores de la República".

La controversia política nacida de la prohibición en ciertas playas francesas del burkini, un traje de baño islámico que ha caldeado los ánimos en este verano (boreal), inclusive en el exterior, está aún lejos de apaciguarse.

Pero, los responsables musulmanes esperan que estas consultas, planteadas por iniciativa del ministro del Interior y Cultos, Bernard Cazeneuve, permitirán bajar la tensión del debate.

"Este episodio positivo pondrá punto final a la secuencia nauseabunda del burkini", quiere poder creer Anouar Kbibech, presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), principal instancia representativa de unos cuatro millones de musulmanes. Otros incidentes recientes han destacado las tensiones vinculadas al islam, como por ejemplo el rechazo, el sábado al mediodía en un restaurante de los suburbios de París, a servir a dos mujeres que portaban velo.

Para Cazeneuve, "el objetivo es hacer emerger de manera voluntaria, en el respeto del laicismo, en el diálogo y el respeto mutuo, a un islam francés (mejor) integrado en los valores de la República".

Hilo conductor de esta jornada: una serie de reuniones con responsables culturales, personalidades de la sociedad civil y parlamentarios para echar los cimientos de la futurra "Fundación para el islam de Francia".

Esta estructura se está gestando desde el mes de mayo pasado pero su preparación se ha acelerado más tras el atentado de Niza, el 14 de julio, que provocó 86 muertos, y el asesinato de un sacerdote católico cerca de Ruán por yihadistas, el 26 de julio.

Un objetivo de esta fundación laica y de la asociación cultural dependiente de la misma será, en particular, obtener financiación francesa en tanto la que llega del extranjero es considerada poco transparente.

El exministro socialista Jean-Pierre Chevènement, de 77 años de edad, un ferviente defensor del laicismo, será su presidente. Pero, la designación de un no musulmán ha suscitado la incomprensión entre muchos fieles de la segunda religión de Francia y miembros de la clase política.

"Pienso, en tanto exministro del Interior, que no podía rechazar contribuir a esta obra de interés público", explicó a la AFP el interesado, quien en 1999 había emprendido una "consulta con los musulmanrs de Francia" que, cuatro años más tarde, concluyó en la creación del CFCM.

"Que un gran republicano esté a la cabeza en el momento de su creación -de la fundación-, con numerosos musulmanes en su seno, adquiere una verdadera dimensión simbólica, puesto que esta nueva estructura será el puente entre la República y los musulmanes de Francia", abogó Cazeneuve en una entrevista publicada en línea el domingo en la edición internet del diario católico La Croix.

Otras cuatro "personalidades cualificadas", todas de confesión o cultura musulmana, integrarán junto a él el consejo de administración de la fundación, en particular el escritor marroquí Tahar Ben Jelloun y el rector de la gran mezquita de Lyon (centroeste) Kamel Kabtane.

A causa de la estricta separación entre el Estado y los cultos religiosos en el país, en conformidad a una ley que data de 1905, la "Fundación para el islam de Francia" sólo tratará cuestiones seglares: educación, investigación, formación civica...

El capítulo religioso de la búsqueda de financiación (formación teológica de los imanes, construcciones de mezquitas...) estará en manos de una asociación cultural administrada por representantes musulmanes, de la que el Estado no formará parte.

La financiación extranjera está excluida, podrá recibir fondos en particular de "una contribución -voluntaria y negociada- de los actores del sector Halal -todo lo vinculado a las prácticas musulmanas, aunque corrientemente se vincula en particular a la alimentación-, así como donaciones de los fieles", precisó Cazeneuve.

Para Anouar Kbibech, "donar a las instituciones musulmanas medios financieros contribuirá a reforzar su rol en la prevención de la radicalización, en particular a través de la habilitación de los imanes".

Francia, que integra la coalición militar internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, ha sido golpeada en 2015 y 2016 por numerosos atentados yihadistas, que provocaron en particular 17 muertos en enero de 2015 en París, otros 130 el 13 de noviembre de 2015 también en la capital, y 86 más el 14 de julio de 2016 en Niza (sur).

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