Fuerzas kurdas toman Bashiqa, ciudad clave al este de Mosul

Las fuerzas kurdas iraquíes tomaron el martes el control de Bashiqa, una de las últimas posiciones del grupo Estado Islámico (EI) al este de Mosul, objetivo de la gran ofensiva lanzada el 17 de octubre.

La reconquista de Bashiqa, tras violentos combates, acentúa la presión sobre los miles de yihadistas que defienden Mosul, el bastión del EI en el norte de Irak, hacia el cual convergen las fuerzas iraquíes por el este, el norte y el sur.

Por su lado, 400 km al oeste de Mosul, en territorio de Siria, las tropas kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) continúan avanzando hacia Raqa, la otra gran ciudad controlada por el EI.

Ambas ofensivas son apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

El presidente estadounidense Barack Obama espera obtener un éxito militar antes de dejar la Casa Blanca en enero.

La toma de Bashiqa, situada a unos 12 km de Mosul, era uno de los objetivos fijados a los combatientes kurdos en la ofensiva iraquí.

Los peshmergas ("los que enfrentan la muerte" en kurdo) lanzaron el asalto final en la víspera, tras 15 días de asedio.

Bashiqa está bajo "control total" de los combatientes kurdos, anunció Jabbar Yawar, secretario general del ministerio regional kurdo responsable de las fuerzas de seguridad.

"Nuestras fuerzas están rastrillando la ciudad y limpiándola de minas", agregó Jabbar Yawar en conversación telefónica con la AFP.

Esas operaciones son muy peligrosas ya que los yihadistas suelen lanzar ataques suicidas cuando se encuentran acorralados y sembrar de minas las viviendas.

"Por la mañana, un grupo de terroristas atrincherados en unas viviendas intentaron escapar" y "13 de ellos murieron", explicó Yawar.

Una periodista de la AFP situada en la periferia de Bashiqa informó que había combates esporádicos y que continuaban los bombardeos.

Milicianos peshmergas indicaron que todavía había yihadistas y francotiradores y que estimaban que un 5% del terreno estaba en manos del EI.

En Mosul, las fuerzas de élite iraquíes seguían avanzando lentamente hacia el centro de la urbe y la orilla este del río Tigris, que atraviesa la ciudad.

En el frente sur, el ejército iraquí avanzaba a lo largo de la orilla oeste del Tigris tras haber ocupado en la víspera la ciudad de Hamam al Alil, a unos 15 km de los suburbios de Mosul.

Allí, las autoridades encontraron una fosa común el lunes.

"Hay cerca de 25 cuerpos visibles, pero eso no implica que no haya más. Pensamos que hay una gran cantidad de cadáveres", indicó Mohamed Taher al Tamimi, que encabeza la investigación.

Un habitante del lugar dijo que allí el EI había llevado a cabo ejecuciones en masa.

El avance de las tropas fue facilitado el lunes por la implicación de helicópteros Apache del ejército estadounidense que vuelan a baja altitud y destruyen los coche bomba del EI, indicó el portavoz del pentágono Peter Cook.

El número de desplazados por los combates sigue aumentando en forma paulatina. El lunes alcanzaron la cifra de 34.000, indicó la Organización Internacional para las Migraciones( OIM).

En Siria, el camino hacia Raqa se despeja poco a poco para las FDS, mayoritariamente kurdas pero que incluyen también árabes y turcomanos.

Las tropas de las FDS avanzan desde el norte sin dificultad en un territorio desértico y poco poblado.

"Dos localidades más fueron liberadas desde ayer", dijo a la AFP Jihan Cheij Ahmad, la portavoz de la ofensiva bautizada "Cólera del Eufrates", que apunta en una primera etapa a aislar Raqa, una ciudad que antes del inicio de la guerra en 2011 contaba con 240.000 habitantes.

Situada a orillas del río Éufrates, no muy lejos de la frontera con Turquía, Raqa fue, en marzo de 2013, la primera capital provincial que cayó en manos de la rebelión armada opuesta al presidente sirio Bashar al Asad.

A comienzos de 2014, el Estado Islámico expulsó de la ciudad a los otros grupos rebeldes.

Los jefes de la ofensiva y los expertos predicen una larga batalla en Raqa.

"El EI defenderá su bastión pues sabe que la pérdida de Raqa representa su fin en Siria", dijo el portavoz de las FDS, Tala Sello.

Los combates han obligado a los civiles a huir, la mayoría de ellos hacia la localidad de Ain Issa, ubicada al norte.

"Teníamos miedo de los aviones, y teníamos miedo de los yihadistas", dijo Wazira al Jeely, de 32 años. "Cuando empezaron los combates, nos sacamos el burka y dijimos ya estamos hartas y huimos", contó.

Estados Unidos por su lado se muestra prudente sobre las próximas etapas ya que Raqa es una fuente de tensión con Turquía, que quiere participar en la toma de esa ciudad de mayoría árabe sunita.

Turquía teme que mediante el control de Raqa, las milicias kurdas refuercen su presencia en el norte de Siria, región fronteriza con la zona kurda de Turquía, donde el ejército turco reprime la rebelión del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

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