Gamesa y Siemens se alían para crear un gigante mundial del sector eólico

El grupo español Gamesa y el alemán Siemens anunciaron este viernes la fusión de sus actividades de energía eólica para crear el líder mundial del sector, del que poseerán 41% y 59% respectivamente, en un momento de ebullición de las renovables.

Es "el nacimiento de una compañía que ya ocupa una posición de liderazgo al nivel mundial", con una cifra de negocio acumulada de 9,3 millones de euros, afirmó el presidente de Gamesa, Ignacio Martín.

En capacidades instaladas, los dos grupos combinados pasan por delante del danés Vestas y del estadounidense General Electric.

Tras el anuncio de la fusión, las acciones de Gamesa cerraron al alza de 5,61% a 18,06 euros en la bolsa de Madrid y las de Siemens de 1,54% a 92,92 euros en Francfort.

La sede de la nueva empresa, cuyo nombre no está decidido, aseguró el jefe de Siemens, Joe Kaeser, estará en España y Gamesa tendrá su control operativo. Sin embargo, las actividades de producción de energía eólica en el mar, punto fuerte de Siemens, se basarán en Alemania y Dinamarca.

La operación debería estar cerrada a principios de 2017.

Según los detalles del acuerdo, los accionistas de Gamesa recibirán de Siemens 3,75 euros por acción, es decir cerca de 1.000 millones de euros (1.125 millones de dólares).

Siemens pasará así a poseer el 59% de la nueva entidad.

"Los actuales accionistas de Gamesa contarán con un 41%", explicó la compañía española. De ellos, un 8,1% corresponderá al grupo energético español Iberdrola, actualmente primer accionista de Gamesa.

La vertiente eólica era hasta ahora la más pequeña y menos rentable de las ocho divisiones de Siemens, que fabrica sistemas industriales, escáneres médicos y también trenes.

En 2014, Siemens intentó comprar sin éxito al francés Alstom. Ahora encuentra con Gamesa un acuerdo complementario: el español se sitúa entre los cinco primeros fabricantes mundiales de aerogeneradores, mientras que el alemán es líder en parques eólicos marítimos ("offshore").

Además, Gamesa tiene otro atractivo: su fuerte presencia en países emergentes, donde la demanda de energías renovables está en pleno auge, como India, China o Brasil.

La crisis económica española generó dificultades para Gamesa, que vio reducirse drásticamente las subvenciones a las energías renovables e incluso cerró con pérdidas en 2012. Pero tras una importante reestructuración, en 2015 consiguió un beneficio neto de 170 millones de euros.

"Gamesa es muy buena en su negocio 'onshore'. Para acudir al negocio 'offshore', lo que necesita es adquirir músculo financiero", estima Ángel Pérez, analista de la correduría Renta 4.

Los analistas de Citi señalaron por su parte algunos riesgos para Siemens, que debe integrar en paralelo diferentes empresas adquiridas recientemente.

Este acuerdo se esperaba desde hace meses. Sin embargo, las negociaciones no habían avanzado mucho desde enero ante la necesidad de encontrar una solución para Adwen, empresa fundada conjuntamente en 2015 por Gamesa y el francés Areva.

Las autoridades francesas temen que la alianza entre Gamesa y Siemens ponga en peligro los proyectos de Adwen de implantar nuevas fábricas en el noroeste del país ya que las capacidades industriales del conglomerado alemán podrían bastar para equipar los campos de aerogeneradores en Francia.

Areva y Gamesa anunciaron en paralelo que el grupo francés tendrá tres meses para decidir si vende al español su 50% en la empresa o busca a otro inversor dispuesto a comprar la totalidad de Adwen.

El sector de las energías renovables se encuentra en plena ebullición desde hace varios años y despierta todavía más interés tras el acuerdo mundial del clima alcanzado en diciembre en la COP21 de París.

Los fabricantes de aerogeneradores experimentan un importante movimiento de concentración.

Dominado durante mucho tiempo por los europeos, el sector observa el crecimiento de los constructores chinos, como Goldwind, United Power o Ming Yang, que se benefician del desarrollo masivo de la energía eólica en China, que en 2015 disponía de la mitad de la capacidad instalada en el mundo.

En 2015, el constructor alemán Nordex y el conglomerado español Acciona unificaron sus actividades eólicas, mientras que el estadounidense General Electric amplió sus activos 'offshore' comprando la vertiente energética de Alstom. Se dice que también está interesado por comprar Adwen.

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