El Govern afirma que la Ley estatal de dependencia es "la crónica de un desastre"

El Govern afirma que la Ley estatal de dependencia es "la crónica de un desastre"
El Govern afirma que la Ley estatal de dependencia es "la crónica de un desastre"
EUROPA PRESS
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El secretario de Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Francesc Iglesies, ha afirmado que el balance de los diez años de la Ley de la dependencia es "la crónica de un desastre" por la infrafinanciación y los obstáculos burocráticos con los que la ha desarrollado el Estado.

En una entrevista de Europa Press, cuando se cumple una década desde que se aprobó esta norma en diciembre de 2006, ha asegurado que las promesas del Gobierno central de universalizar el derecho a la atención y la autonomía no han sido efectivas y que los recortes hechos a partir de 2011 han "pervertido" el sistema, generando mucha frustración.

Ha dicho que el Estado asume solo el 18% de la financiación --frente al 82% que aporta la Generalitat-- y que el Gobierno da más apoyo a comunidades autónomas con más prestaciones vinculadas a residencias, pero genera "obligaciones burocráticas que son realmente obstáculos muy grandes" para recursos como la teleasistencia avanzada y la atención domiciliaria, lo contrario a lo que hacen otros países europeos.

Según Iglesies, el Govern tendrá que hacer dos cosas en los próximos años: "No estar tan pendiente de la Ley de la dependencia española y ser capaz de hacer un sistema racional, bien dotado y de gestión menos burocratizada", con una nueva normativa --la ley de la autonomía personal en la que trabaja actualmente-- que garantice estos derechos y permita a las personas usuarias decidir.

8.000 BENEFICIARIOS MÁS

Entre marzo y octubre de 2016 se han sumado 8.000 beneficiarios en Catalunya, con un total de 145.477 personas atendidas --frente a las 137.610 hasta entonces--, lo que ha atribuido a "un esfuerzo ingente" en un presupuesto prorrogado como el que ha habido este año, mientras que en octubre había en trámite 15.776 solicitudes de valoración y 49.248 resoluciones del Programa individual de atención (PIA).

Un total de 4.237 beneficiarios están a la espera del recurso que se les ha asignado y, como en la mayoría de los casos se trata de una prestación económica de cuidador familiar, la Generalitat ha aprobado recientemente que se pueda recibir esta ayuda en un año y medio, en lugar de los dos años que decretó el Gobierno central.

Las personas que han muerto mientras esperaban una valoración de grado en 2016 han sido 335, una cifra un 41% inferior a los 567 de 2015, según datos de la Conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias.

"Todas las personas en lista de espera para una residencia están atendidas", y ha destacado que de entre las 24.235 personas inscritas, son realmente 8.242 los usuarios a la espera de una plaza.

Esta cifra surge de restar 6.203 que están ya en una residencia privada y reciben una prestación que los ayuda a pagar la plaza, y también de restar 9.790 que han renunciado a ésta cuando se les ha llamado para activar el servicio --durante los diez primeros meses de 2016--, una situación que atribuye a personas inscritas en previsión ante el hecho de que los años anteriores no se creaban plazas nuevas.

VARIAS PRESTACIONES A LA VEZ

La Generalitat trabaja en la Ley de autonomía personal y creará en marzo el Observatorio catalán de la dependencia, que suplirá la actual "insuficiencia de datos fiables" por parte del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), y afrontará la complejidad que supone para el sistema que las personas en dependencia puedan decidir cómo ser atendidas, potenciando los recursos en el domicilio.

Tratarán de establecer nuevas prestaciones y la posibilidad de "elaborar un menú de atención" que permita tener varias a la vez, algo que actualmente no contempla la Ley de la dependencia, mientras que ha añadido que impulsan un trabajo más coordinado entre salud y servicios sociales.

"Estamos avanzando para que la historia social y clínica compartida sea una realidad en los próximos años", ha dicho, porque permitirá que todo el mundo esté mejor atendido, situando la persona en el centro, con la tecnología como aliado.

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