Hebe Bonafini pide al papa que intervenga por pobreza en Argentina

El papa Francisco recibió este viernes en su residencia privada de Santa Marta, en el Vaticano, a la combativa presidenta argentina de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, un gesto de reconciliación y diálogo tras años de tensiones.

"Su patria necesita su palabra", contó Bonafini que le dijo al papa, quien denunció "la violencia institucional" que padece Argentina, por la subida de los precios de los alimentos y servicios, el cierre de fábricas y la pérdida de empleos.

"Estuve dos horas contándole los que nos pasa", aseguró Bonafini durante una conferencia de prensa celebrada en un hotel romano al término de la reunión con el pontífice.

La activista de derechos humanos, de 87 años, vestida con su tradicional pañoleta blanca, confesó que evitó hablar con el pontífice de los desaparecidos durante la dictadura (1976-1983) y se presentó más como abanderada de los pobres y desempleados de su país y enemiga del gobierno liberal que preside Mauricio Macri desde hace casi seis meses.

"En cinco meses el gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años", lamentó Bonafini ante el papa latinoamericano, que defiende una iglesia pobre para los pobres.

"Nos saludamos con un abrazo largo", confesó emocionada Bonafini, quien recordó los doce años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner como "felices", dijo.

"Santo Padre estamos muy afligidos, porque quieren obligar al pueblo otra vez al 2001, a salir a las calles y a asaltar los supermercados", le habría dicho.

"Nosotros tenemos mucho miedo, no a salir a la calle a defender lo que tenemos, a que un loco suelto responda a esa violencia que nos están imponiendo". aseguró la anciana dirigente.

"Por eso quise hablar con el papa Francisco, para decirle que lo necesitamos de verdad. No sabemos qué va a pasar", agregó.

Francisco, que desde que fue elegido pontífice en el 2013 no ha visitado su país de nacimiento, había sido muy criticado por la activista cuando era arzobispo de Buenos Aires.

"Con Francisco nos equivocamos como nos pasó con Kircher", reconoció Bonafini, cerrando así toda polémica con el jefe de la iglesia católica.

Paralelamente, la jerarquía de la iglesia argentina hizo un llamado el pasado 25 de mayo al gobierno Macri para que sea más sensible ante el aumento de la pobreza.

Según la privada Universidad Católica 1,4 millones más de argentinos cayeron en la pobreza desde que asumió Macri el 10 de diciembre.

El estudio indicó que 34,5% de los argentinos son pobres sobre un total de 40 millones de habitantes.

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