INVESTIGADORES ESPAÑOLES DESCUBREN QUE LA EXCESIVA REPLICACIÓN DEL ADN PUEDE SER DEVASTADORA PARA LAS CÉLULAS

El Grupo de Replicación del ADN del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III (CNIO) ha descubierto que la re-replicación del ADN puede tener consecuencias devastadoras para las células, ya que cuando el genoma se duplica más de una vez puede ocasionar células aberrantes como las detectadas en muchos carcinomas.
El trabajo, publicado en la revista ‘Cell Reports’, demuestra que cuando una parte del genoma se duplica más de una vez se produce la inestabilidad genómica que consiste en alteraciones en la estructura, composición y número de cromosomas.
La cooperación de dos proteínas llamadas CDC6 y CDT1 es esencial para la duplicación normal del ADN, pero su sobreexpresión provoca que el material genético se replique de forma excesiva.
Según una nota informativa del CNIO, la estabilidad del genoma reside en gran parte de la precisión del proceso de replicación del ADN. La exposición a luz UV o a ciertos productos tóxicos hace aumentar los errores en la copia, que pueden provocar la muerte o la malignidad de la célula.
De hecho, estudios epidemiológicos recientes señalan, por ejemplo, que dos tercios de las mutaciones cancerígenas ocurren a causa de errores en la replicación.
A este respecto, el doctor Juan Méndez, jefe del Grupo de Replicación del ADN del CNIO, explica que “a grandes rasgos, hay tres cosas que pueden ir mal en la replicación del genoma: que haya demasiadas mutaciones; que la célula entre en replicación de forma prematura, sin estar preparada para hacerlo, y, por último, que replique de más”.
Para evitar estas situaciones existen mecanismos de control sobre todos los puntos críticos del proceso. Dos de estos eslabones cruciales son las proteínas CDC6 y CDT1, que se encargan de ensamblar la maquinaria replicativa responsable de la copia de los dos metros de ADN que contiene cada célula. Una vez acabado el proceso, estas proteínas son inhibidas bioquímicamente, ya que en caso de mantenerse activas, podrían iniciar de nuevo el proceso de replicación, con graves consecuencias para la célula.
Méndez y su grupo han utilizado ratones modificados genéticamente para demostrar que cuando CDC6 y CDT1 se acumulan a niveles muy altos, se produce re-replicación de ADN en algunos tipos celulares, afectando a la funcionalidad de los tejidos.

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