India realiza "bombardeos quirúrgicos" en Cachemira y desata cólera de Pakistán

India anunció este jueves haber llevado a cabo "bombardeos quirúrgicos" en la disputada región de Cachemira contra objetivos yihadistas, lo que desató la cólera de su vecino Pakistán.

Nueva Delhi buscaba una medida de represalia tras un ataque de yihadistas contra su base de Uri el pasado día 18, que dejó 18 militares muertos, el balance más sangriento desde hace más de una década en Cachemira.

Los ataques del jueves se realizaron en plena madrugada, aparentemente en territorio bajo control paquistaní.

"Varios terroristas se habían posicionado en unas bases a lo largo de la línea de control para penetrar clandestinamente (en India) y perpetrar ataques terroristas", declaró el teniente coronel Ranbir Singh, director general de operaciones militares del ejército, en rueda de prensa en Nueva Delhi.

El ejército indio llevó a cabo "bombardeos quirúrgicos, explicó Singh, añadiendo que los "terroristas" planeaban atentar en la región de Cachemira y en metrópolis indias.

Los ataques dejaron "un número significativo de víctimas entre las filas de los terroristas y de quienes intentan apoyarlos", añadió el alto militar.

No precisó si estos ataques fueron llevados a cabo por vía terrestre o aérea.

Como medida de precaución, el gobierno indio evacuó aldeas fronterizas en su territorio, cerca de la ciudad de Jammu.

El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó los bombardeos y el ejército acusó de inmediato a las tropas indias de haber matado a dos de sus soldados a lo largo de la línea de control.

Sharif condenó "la agresión no provocada y brutal de las fuerzas indias", y prometió que su ejército frustraría "cualquier plan diabólico para socavar la soberanía de Pakistán".

Lo que hizo India no fueron "bombardeos quirúrgicos", sino "disparos transfronterizos", dijo en un comunicado el ejército paquistaní.

"Las tropas paquistaníes respondieron a disparos indios no provocados en la línea de control", agregó la nota, precisando que el tiroteo se prolongó durante casi seis horas en la noche.

El gobierno indio había incitado a tomar medidas de represalia tras el asalto a la base militar de Uri, perpetrado por cuatro individuos con armas automáticas y granadas. Según Nueva Delhi, el ataque, no reivindicado, fue obra del grupo yihadista Jaish-e-Mohamed, con base en Pakistán.

India acusa a Pakistán de apoyar la rebelión armada y las infiltraciones en la parte de Cachemira controlada por Nueva Delhi, algo que Islamabad desmiente.

Desde hace varias décadas, grupos separatistas luchan contra el ejército indio -que desplegó casi medio millón de soldados en la región- para exigir la independencia de este territorio himalayo o su integración a Pakistán.

Nueva Delhi se encuentra también a la defensiva en el plano diplomático, tratando de aislar a Islamabad en la escena internacional.

India se retiró así de una cumbre regional prevista en octubre en la capital paquistaní, una decisión imitada después por Bangladés, Afganistán y Bután.

Ambos países vecinos reivindican como suya la región himalaya de Cachemira desde 1947. Decenas de miles de personas, en su mayoría civiles, han perdido la vida en este conflicto.

Mostrar comentarios