Según informa el Instituto Armado en una nota, en la primera actuación llevada a cabo la patrulla en servicio observó un ciclomotor circulando por la zona de levante cuyo conductor portaba varias cajas de tabaco. Cuando los componentes de la patrulla le dieron el alto, el conductor arrojó las cajas y emprendió la huida a gran velocidad, no pudiendo ser interceptado por los agentes.
Con todo, los guardias civiles aprehendieron el material arrojado del ciclomotor, dos cajas de tabaco de contrabando que contenían 1.070 cajetillas de diversas marcas comerciales, careciendo todas ellas de las precintas reglamentarias.
En la segunda intervención, los guardias civiles detectaron cómo una moto de agua procedente de Gibraltar descargaba en las playas de poniente una caja de tabaco y cómo la misma era introducida en un vehículo.
Según la Guardia Civil, la rápida respuesta de los agentes evitó que el turismo pudiese abandonar el lugar, siendo interceptada una caja con 500 cajetillas de tabaco. Por estos hechos el conductor identificado fue denunciado por la supuesta comisión de una infracción administrativa de contrabando.
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