La reina Isabel II no asistirá a la misa de Año Nuevo en su residencia de Sandringham debido a un "persistente fuerte resfriado", según ha anunciado este domingo el Palacio de Buckingham.
La noticia se produce una semana después de que la monarca tampoco pudiera asistir a la misa de Navidad en su residencia en Norfolk, en el este de Inglaterra, por este mismo motivo.
Isabel II, de 90 años, "no se siente preparada para asistir a la iglesia ya que todavía se está recuperando de un fuerte resfriado", ha explicado en su comunicado la Casa Real. La monarca y su marido, el Duque de Edimburgo, tuvieron que aplazar su viaje de Londres a Sandringham un día la semana pasada debido a que ambos estaban resfriados.
Finalmente, el príncipe Felipe sí acudió a la tradicional misa de Navidad en la parroquía de Santa María Magdalena, en Sandringham, pero la reina, que es la jefa simbólica de la Iglesia de Inglaterra, no pudo asistir. Esta fue la primera vez que no acudió desde que la familia real comenzó a celebrar sus navidades en su residencia en Norfolk en 1988.
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