El arabista Jean Filiu alerta de mayor actividad yihadista por el Ramadán y pide una pronta "derrota masiva" a Daesh

EUROPA PRESS

El arabista francés y catedrático por la Paris School of International Affairs, Jean-Pierre Filiu, ha alertado de que si Daesh "no sufre una derrota masiva en las próximas semanas o meses", Occidente "va a pagarlo", al tiempo que ha puesto el acento en que habrá en próximas fechas una mayor actividad yihadista derivada de la celebración del Ramadán.

Así se ha pronunciado durante su intervención en la primera sesión del XXVIII Seminario Internacional de Seguridad y Defensa organizado por la Asociación de Periodistas Europeos en Toledo, en una mesa redonda denominada 'Radiografía del Daesh. Estructura de Estado y Fatiga Económica'.

Para Filiu, en estos momentos el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está de salida y no está asumiendo su papel. "Su obsesión es seguir haciendo vídeos con su esposa. Ahora se está burlando de nosotros. Dicen que todo cambiará con un nuevo presidente, pero no hay tiempo".

El catedrático francés, que rechaza utilizar la denominación 'Estado Islámico' para el Daesh ya que significa "darles una victoria moral", cree las próximas semanas son muy peligrosas en cuanto a posibilidades de ataque en Europa.

"No es por la celebración de la Eurocopa, sino por que estamos en pleno Ramadán. Para organizaciones como Daesh, es el mes más importante para la yihad. Van a matar, y ya han empezado", ha alertado.

Según ha sostenido, Daesh está teniendo como filial un mayor éxito que Al Qaeda porque "ha inventado una forma de yihad altruista", ya que sus preceptos son que, aunque "matan, violan y queman", si se vuelcan en la Guerra Santa "podrán salvar a su gente". "Nosotros decimos que son malos, que son terroristas, pero eso es música para ellos".

HILTERMANN ABOGA POR UNA "ESTRATEGIA DEL DÍA DESPUÉS"

El director del programa para Oriente Medio y Norte de África del International Crisis Group, Joost Hiltermann, ha abogado por tener "una estrategia política para el día después" a la derrota del terrorismo yihadista, ya que si una vez desbancado el Estado Islámico de los terrenos que ahora ocupan no existe "un buen sucesor que pueda gobernar con legitimidad", volverán a surgir "los mismos conflictos".

En opinión de Hiltermann "hay que centrarse en acabar con las guerras civiles en la zona y ayudar a Irán y Arabia Saudí a que tengan un entendimiento sobre qué solución puede encontrarse en el Golfo Pérsico".

También ha puesto el acento en que Occidente tiene que acabar con Daesh sin vulnerar los Derechos Humanos, ya que si la respuesta en Oriente Próximo contra Estado Islámico "es desproporcionada", los grupos terroristas "crecerán".

"La mayor amenaza para la seguridad occidental no son los grupos terroristas, sino nuestra propia respuesta a estos grupos y las consecuencias que pueden acarrear", ha defendido.

CINCO GRUPOS DENTRO DE ESTADO ISLÁMICO

Según su diagnóstico, ha analizado el surgimiento del Estado Islámico asegurando que hay cinco componentes, de manera que no conforman un grupo homogéneo. De esta manera, hay dos grupos que conforman el liderazgo, como son el formado por la parte militar derivada del antiguo régimen de Sadam Husein, quienes han conformado un "matrimonio de conveniencia" con el segundo grupo, formado por islamistas salafistas radicales iraquíes "que crecieron en los 90 cuando Iraq estaba bajo las sanciones norteamericanas".

Otro de los subgrupos dentro del Estado Islámico lo forman, según el experto, "un grupo de islamistas radicales procedentes del mundo árabe, como Túnez, Arabia Saudí, Jordania y otros países", personas marginadas en sus propias sociedades que acuden a Estado Islámico "porque creen que supone un camino hacia el futuro".

El cuarto componente procede de jóvenes árabes que habitan Europa. "Yo les llamaría conversos, inadaptados, que a veces se alistan para cambiar su vida radicalmente".

Por último, hay un quinto grupo que se alista a Estado Islámico "por motivos económicos", y que "solo quieren un salario sin importarles tener que luchar".

Según Hiltermann, los grupos que lideran este Estado Islámico "quieren recuperar Bagdad, y los más islamistas, hacerse con La Meca y Medina", mientras que los bajos estamentos "tienen el objetivo, simplemente de hacerse explotar como forma de ir al paraíso y salir de una situación que no les gusta".

En opinión del miembro de International Crisis Group, aunque estos grupos terroristas puedan perder territorios, "pueden ganarlos mañana".

Considera además que "se mueven por un sentido de victimismo" y luchan porque "ven que el mundo árabe ha perdido su unidad y se está desmembrando". Así, estos grupos "se aprovechan" de las guerras civiles en Oriente Próximo.

COMPETENCIA POR EL LIDERAZGO YIHADISTA

Para cerrar esta primera sesión dentro del Seminario, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez Villaverde, ha comenzado su exposición asegurando que "hay que entender que existe una competencia interna dentro del yihadismo por el liderazgo".

Se ha remontado cinco años atrás para hablar de los movimientos sociales surgidos en países árabes de Oriente Próximo dentro de la denominada Primavera Árabe, que en su opinión no se tradujo en un apoyo a Al Qaeda.

"Las masas árabes no se apuntaron a sus ideas, y ahí empieza la historia del fracaso", ha apuntado, añadiendo que el grupo quiere "romper su imagen de decadencia mientras Daesh le come el espacio".

Ha considerado que el denominado califato "va a ser desmantelado", pero que eso no conllevará la derrota del yihadismo. "De ahí saldrá otro grupo del que tendremos que aprender su nombre".

Núñez Villaverde ha expuesto además que no todo el mundo que participa en la yihad son islamistas fanáticos, ya que "también hay mercenarios, gente que se apunta por revancha e individuos a los que les gustan las aventuras extremas". "No todos son ideológicamente yihadistas, y eso puede acarrear fracturas internas".

En este punto, se ha planteado que "ya va siendo hora" de que Occidente decida "si el objetivo es la estabilidad a toda costa" o se está dispuesto a ir "más allá".

"Si no cuestionamos nuestra política de seguridad, estamos condenados a lo mismo. No estamos en guerra porque no hay protagonismo militar. Podemos hacer lo mismo que hicimos en Afganistán en 2001, pero con eso no hemos eliminado a Al Qaeda", ha lamentado.

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