El pedagogo Juan Antonio Rubio desvela en su web estrategias para ser buen docente, eficaz comunicador y buen estudiante

El pedagogo Juan Antonio Rubio desvela en su web estrategias para ser buen docente, eficaz comunicador y buen estudiante
El pedagogo Juan Antonio Rubio desvela en su web estrategias para ser buen docente, eficaz comunicador y buen estudiante
EUROPA PRESS
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En concreto, Rubio propone una "potente" metodología para aprender a aprender y aprender a enseñar de forma "sencilla, cómoda, rápida y funcional" a través de su página web 'enseñanza-aprendizaje.com', en la que están disponibles sus publicaciones y en la que se puede acceder a sus cursos 'online'.

De momento, Rubio ofrece en su web dos cursos, uno de ellos sobre 'Estrategias de aprendizaje eficaz', y otro sobre 'Recursos didácticos para formadores', que están disponibles en formato tanto presencial como 'online' y que permiten aumentar el rendimiento "con menor esfuerzo y mayor satisfacción", según explica el pedagogo en declaraciones a Europa Press.

Sólo con visitar la página y registrarse, los usuarios tienen acceso gratuito a una de las publicaciones de Juan Antonio Rubio, 'El subrayado de lo esencial', una de las 11 publicaciones que el pedagogo ofrece en la web a un precio razonable.

Actualmente, Rubio tiene a disposición de los usuarios títulos como 'Primera y última clase del curso'; 'Perfil profesional y puesto de trabajo'; 'Diseño y formulación de objetivos'; 'Comunicación en enseñanza-aprendizaje'; 'Uso didáctico del Power Point'; 'Evaluación del aprendizaje'; 'Hemisferios cerebrales'; y 'El guión para una exposición docente'.

No obstante, la intención de Rubio es aumentar progresivamente el número de publicaciones sobre algunos contenidos de las entradas del blog que también están accesibles en la web.

ASESORAMIENTO EN POWER POINT Y TEXTOS ESCRITOS

En su web, Rubio también ofrece un servicio de asesoría con el que hace sugerencias de mejora de presentaciones en Power Point para su uso didáctico. "Nos llegan presentaciones en Power Point bellísimas, con unas fotografías maravillosas y un texto poético impresionante que pueden ser artísticos o que te muevan emocionalmente, pero no son didácticos", asevera.

Por ejemplo, señala que un Power Point que tiene diez o doce frases en una sola pantalla "es una exageración" desde el punto de vista didáctico, ya que lo ideal sería una sola frase que expresa una idea o concepto por pantalla. "En una ocasión recibí una presentación animada y con música que pretendía elevar el estado de conciencia, pero las letras caían hacia el pie de la diapositiva, lo que es un contrasentido", advierte.

Asimismo, Rubio también ofrece un servicios de asesoría para corregir o revisar textos como tesis doctorales, trabajos de investigación o máster. "A todos nos pasa que, después de hacer diez revisiones, sacas el texto de la imprenta y lo revisas y encuentras errores", algo que reconoce que es inevitable. Lo que está claro, a su juicio, es que uno mismo no puede ser su propio corrector, porque "si yo veo mis errores no los cometo".

De igual manera, Juan Antonio Rubio propone un servicio de asesoría sobre aprender a aprender y aprender a enseñar para casos que necesiten un apoyo individualizado.

Finalmente, este pedagogo presta un servicio de asesoramiento sobre integración hemisférica cerebral con el fin de facilitar una reestructuración en aquellos casos en los que se detecte, por ejemplo, en estrés a la hora de escribir, dibujar o hacer cálculos matemáticos.

Rubio detalla que cada uno de los hemisferios del cerebro desarrolla una labor diferente. En el caso de los diestros, el hemisferio derecho se parece a un "photoshop" puesto que se encarga del diseño creativo en tres dimensiones, y el área izquierda es destinada al aspecto analítico, mientras que en el caso de los zurdos ocurre a la inversa.

En este sentido, la dominancia de los hemisferios se alterna y depende de la actividad desarrollada en cada caso, por lo que puede estimularse. Por ejemplo, un formador puede apreciar qué hemisferio tiene dominante un alumno en un momento dado en función de su posición corporal y, si está interesado en conectar con el estudiante, puede variar el lenguaje escogido, oscilando desde una modalidad más afectiva o descriptiva hasta otra más analítica.

"NADIE TE ENSEÑA A ESTUDIAR O A ENSEÑAR"

"Yo estudié pedagogía y aprendí a estudiar cuando terminé la carrera", reconoce Rubio, quien lamenta que nadie te enseña en ninguna parte a estudiar, ni en el instituto ni en la universidad, "a excepción de algún profesor que, a lo mejor, comenta de forma espontánea que hay que hacer un subrayado o un esquema, pero nada más".

De esta manera, el alumno completa toda su etapa formativa sin ser instruido en cómo se hace un subrayado o un esquema, en cuál de las dos cosas se hace antes o después, o en qué hemisferio cerebral controla todos esos procesos.

"Y si no nos enseñan a estudiar, imagínate a enseñar", reprocha Rubio, quien afirma que sus cursos están indicados para un amplio abanico de usuarios dedicados a la formación, la enseñanza y el estudio, pero también a cualquier persona interesada en mejorar sus dotes comunicativas, cognoscitivas o intelectivas.

Por ejemplo, los cursos de Juan Antonio Rubio están indicados para maestros, profesores, comunicadores, 'coachers', 'trainers', estudiantes de bachillerato, formación profesional, universitarios y postgrado, así como a comerciales, vendedores, representantes o 'networkers', algunos de estos últimos comunicadores muy espontáneos en la mayoría de los casos pero que nunca han recibido una formación sistemática de recursos didácticos.

En este sentido, Rubio defiende que su curso de Estrategias de Aprendizaje sería idóneo para incorporarlo a los planes de estudio de universidades, facultades, academias o centros de formación profesional que deseen dar un valor añadido a la enseñanza de los alumnos, que egresarían con esa impronta de excelencia formativa.

Rubio, que acumula una gran experiencia en el ámbito de la pedagogía, destaca en este sentido que un mal alumno "no aprende ni con el mejor de los formadores", mientras que un buen alumno "aprende con el mejor de los formadores, con el peor de los formadores e, incluso, sin ningún formador". Y define a un buen alumno "como aquel que quiere aprender".

"Si yo no quiero aprender, no hay forma humana de que me hagan a aprender", remarca Rubio quien, no obstante, recomienda ser "inteligentes" y aprender "por las buenas" porque, al final, la vida "te va a enseñar por las malas". Para lograrlo, apela a la curiosidad y al afán de saber de los estudiantes.

UN EJEMPLO EFECTIVO DEL MÉTODO

Como ejemplo de su innovadora metodología, Rubio cita la estrategia que él propone a los docentes para impartir la primera clase de un curso. Tras la presentación, que es "toda una habilidad" , Rubio suele lanzar tres preguntas a sus alumnos, comenzando por lo que espera cada uno de ellos del curso, qué podrían hacer para que el curso fracasara y qué están dispuestos a poner de su parte para que el curso sea un éxito.

Rubio plantea estas preguntas de forma dinámica y con cierto toque de "humor". Con ellas, saca a relucir la capacidad de sus alumnos, su actitud y su compromiso. "Pedagógicamente se ha comprobado que estas preguntas producen un efecto 'vacuna' o preventivo, ya que es altamente improbable que un alumno haga eso que ha dicho que podría plantearse para boicotear el curso".

Al mismo tiempo, está comprobado que gracias a estas preguntas aumentan las posibilidades de que los alumnos cumplan su palabra y aquellos objetivos con los que se han comprometido".

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