Así lo indica el consejero del ramo, José Fiscal, en una respuesta parlamentaria, consultada por Europa Press, a pregunta de Podemos en la que cuestionaba por el grado de cumplimiento de la recomendación de la Misión Ramsar de asesoramiento para el espacio natural de Doñana en lo relativo a la contaminación de la marisma con nutrientes provenientes de la cuenca vertiente.
Si bien las cuestiones recogidas en la recomendación sobrepasan en algunos aspectos las competencias de la Consejería, ésta defiende que los principales puntos susceptibles de aportar contaminación a través de las cuencas vertientes a la marisma "están identificados desde hace años"; concretamente, se tienen localizados los núcleos de población más próximos al área protegida como focos emisores.
Por ello, sostiene Fiscal, desde hace años se viene trabajando en la dotación de infraestructuras de depuración para todos los núcleos de población del área y ajustando estos vertidos a la normativa comunitaria.
Al ser cuestionada también la administración por los estudios relativos a especies invasoras, en particular de la azolla --un género de helecho acuático--, la Junta señala que la comunidad dispone del Plan Andaluz para el Control de las Especies Exóticas Invasoras puesto en marcha por la Consejería en 2004, que cuenta con tres líneas de acción principales: la información y sensibilización de la ciudadanía frente al problema ambiental, económico y sanitario; las labores de prevención y su detección temprana en el medio natural; y las labores de control, gestión, minimización, contención, eliminación y erradicación de estas especies, siendo los de detección temprana los más importantes.
En el caso concreto de azolla, destacan, entre las medidas contempladas por este programa, los métodos mecánicos, basados en la retirada manual de las alfombras de azolla desde tierra o embarcaciones, colocación de barreras para limitar la dispersión y posterior retirada, o el uso de determinados herbicidas en ambientes concretos, tales como arrozales.
En Doñana se realizó en 2008, en el marco del convenio de colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente y la Estación Biológica de Doñana, un estudio específico sobre esta especie para investigar las causas de la presencia, el comportamiento y las estrategias de control de esta invasora en el entorno.
El resultado puso de manifiesto cómo la superficie de marisma cubierta por la azolla depende directamente de la lluvia y, por tanto, de la superficie inundada, e igualmente responde a los niveles de la contaminación de las aguas que entran en la marisma, concretamente los porcentajes de fósforo disuelto y el grado de eutrofización del agua.
En consecuencia, la evolución de las invasiones por azolla filiculoides resulta compleja de predecir, sobre todo en ambientes estacionales fluctuantes.
En la actualidad se mantiene un protocolo de vigilancia permanente para la detección temprana de esta especie en Doñana del que participan técnicos y Agentes de Medio Ambiente, con objeto de poder actuar con suficiente rapidez. Este control está integrado además en varios estudios e investigaciones que se están desarrollando en el área protegida, los cuales, aunque tienen objetivos diferentes, incorporan el seguimiento de esta especie.
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