"El asunto será seguido según los procedimientos particulares en el caso de delincuentes menores de edad", ha dicho, agregando que los estudiantes mayores de edad detenidos por este caso "seguirá el curso normal", según ha informado el diario burundés 'Iwacu'.
La semana pasada, dos personas --un estudiante y un conductor de taxi-- resultaron heridos de bala por los disparos de la Policía contra los participantes en una protesta estudiantil contra las detenciones.
El país africano está envuelto en una crisis política desde que Nkurunziza decidiera el año pasado presentarse a un controvertido tercer mandato, algo que la oposición criticó como inconstitucional. Desde entonces, han muerto al menos 450 personas y unas 220.000 han huido a países vecinos.
La oposición aseguró que su reelección violaba los términos del acuerdo de paz que se firmó en 2005 tras doce años de guerra civil. Este acuerdo de paz incluía reformas en el Ejército, que fue absorbido por los rebeldes, de mayoría hutu, y que había sido dirigido por la minoría tutsi.
Nkurunziza ha acusado en numerosas ocasiones a Ruanda y a otros países de Occidente de entrometerse en sus asuntos internos, si bien el presidente ruandés, Paul Kagame, ha rechazado dichas acusaciones.
Los países occidentales temen que Burundi podría vivir de forma interna un conflicto entre etnias, desestabilizando la región que fue testigo del genocidio de Ruanda en 1994. Al igual que Ruanda, Burundi posee una mayoría étnica hutu y una minoría tutsi.
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