Luz verde de Gamesa para crear con Siemens un gigante del sector eólico

Los accionistas del grupo español Gamesa aprobaron este martes el acuerdo de fusión con la división de energía eólica del alemán Siemens para crear un líder mundial de este sector que vive tiempos de ebullición y concentración empresarial.

En una junta extraordinaria celebrada en su sede en Zamudio, cerca de Bilbao (norte de España), el presidente de Gamesa Ignacio Martín defendió que la unión "permitirá crear una de las principales compañías globales del sector".

Desde Siemens, Lisa Davis, miembro del consejo de dirección, definió el acuerdo como "un hito muy importante para el futuro. El mercado está muy exigente y respondemos a ello uniendo nuestras fuerzas", dijo.

Es "un sector creciente y atractivo" pero en el que "el tamaño es clave para la competitividad", aseguró Martín. "Si queremos ser parte de la cabeza de carrera, esta fusión es una oportunidad inigualable para conseguirlo", añadió.

El nuevo grupo contará con unos ingresos de alrededor de 10.000 millones de euros, una cartera de pedidos valorada en 22.000 millones de euros y una capacidad instalada de 70 gigavatios, superando a la danesa Vestas y el estadounidense General Electric.

Siemens poseerá el 59% y Gamesa se quedará el 41% restante, dentro del cuál está incluido un 8% para la energética española Iberdrola, su primer accionista, según el acuerdo anunciado en junio tras meses de negociaciones.

El nuevo grupo debería nacer en el primer semestre de 2017, dijo Martín, una vez obtenida la aprobación de las autoridades de competencia correspondientes.

La nueva empresa tendrá su sede en España y mantendrá su cotización en la bolsa de Madrid. Ignacio Martín, actual presidente de Gamesa, se convertirá en el consejero delegado del grupo. Los accionistas de Gamesa recibirán de Siemens 3,59 euros por acción.

Aunque formalmente la fusión se ejecutará a través de una oferta pública de adquisición de Siemens sobre Gamesa tras una ampliación de capital, Martín subrayó que la operación no es una absorción sino "una fusión entre iguales".

El acuerdo "se basa en la alta complementariedad de los negocios de Siemens Wind Power y Gamesa tanto en presencia geográfica como en cartera de productos y en tecnología", aseguró.

Mientras que Gamesa se encuentra entre los cinco primeros fabricantes mundiales de aerogeneradores, el alemán es líder en parques eólicos marítimos ("offshore").

Además, el grupo español cuenta con un fuerte posicionamiento en mercados emergentes como Brasil, China, India o México y en el sur de Europa, áreas en las que Siemens, muy implantada en el norte de Europa y Norteamérica, está menos instaurada.

La vertiente eólica era hasta ahora la más pequeña y menos rentable de las ocho divisiones de Siemens, que fabrica sistemas industriales, escáneres médicos y también trenes.

Para Gamesa el acuerdo llega en un momento dulce tras las dificultades atravesadas durante la crisis española, cuando se recortaron drásticamente las ayudas a las renovables y la compañía registró pérdidas en 2012.

Pero tras una importante reestructuración, en 2015 consiguió un beneficio neto de 170 millones de euros y en el primer semestre de 2016 alcanzó los 138 millones de euros.

Además, desde 2012 su cotización bursátil pasó de apenas un euro a 21,53 euros con el que cerró este martes, siendo uno de los pocos valores en alza (+0,30%).

La luz verde de los accionistas llega un mes después de que Gamesa anunciara la compra de la totalidad de Adwen, empresa fundada conjuntamente en 2015 con el francés Areva que se había convertido en un importante escollo para la fusión.

La operación se produce en tiempos de plena ebullición de las renovables, que despiertan todavía más interés tras el acuerdo mundial del clima alcanzado en diciembre en la COP21 de París.

En el sector eólico se está traduciendo en un importante movimiento de concentración de los actores occidentales mientras observan de reojo el crecimiento de sus competidores chinos como Goldwind, United Power o Ming Yang, que se benefician del desarrollo masivo de esta energía en su país.

En 2015, el constructor alemán Nordex y el conglomerado español Acciona unificaron sus actividades eólicas, mientras que el estadounidense General Electric amplió sus activos 'offshore' comprando la vertiente energética de Alstom.

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