"Aunque tengamos puntos de vista distintos, el presidente Trump y yo hemos desarrollado una buena relación profesional", ha manifestado Merkel, que ha indicado que ambos han intercambiado observaciones sobre la estrategia a seguir en el marco del conflicto de Ucrania y la guerra de Siria.
"También hablamos de la guerra contra el terror y la desastrosa crisis humanitaria en Yemen. Si queremos resolver estos problemas, si queremos ayudar, necesitamos contar con Estados Unidos", ha aseverado la canciller.
Durante su campaña presidencial en 2016, Trump criticó en diversas ocasiones a Merkel por su aperturista política de inmigración, que permitió la entrada en el país de más de un millón de refugiados provenientes de Siria, Afganistán y otros países de Oriente Próximo. Según Trump, Merkel "acabaría arruinando Alemania" con esas políticas.
Después de que Trump accediera a la Casa Blanca, Merkel señaló la importancia de la democracia y la necesidad de respetar la dignidad de las personas independientemente de su origen, color de piel, religión, género, ideología u orientación sexual.
La relación entre Merkel y el expresidente Barack Obama mejoró después de que ambos llegaran a un acuerdo sobre la cooperación para la imposición de sanciones contra Rusia y la puesta en marcha de un tratado transatlántico de libre comercio.
Trump y Merkel difieren en cuestiones relacionadas con el comercio, la inmigración y Rusia, principalmente. "Cuando visité Washington hablamos de acuerdos comerciales. El presidente de Estados Unidos ha solicitado unas condiciones justas desde su punto de vista, pero es lógico que quiera preservar los intereses de los alemanes y los europeos", ha afirmado la dirigente alemana.
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