Munilla dice de que el cuerpo "no es una de prótesis que se pueda cambiar a nuestro antojo" sino que es "icono del alma"

Munilla dice de que el cuerpo "no es una de prótesis que se pueda cambiar a nuestro antojo" sino que es "icono del alma"
Munilla dice de que el cuerpo "no es una de prótesis que se pueda cambiar a nuestro antojo" sino que es "icono del alma"
EUROPA PRESS
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El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha afirmado que el cuerpo no es "una especie de prótesis que podamos cambiar o manipular a nuestro antojo", sino que es "icono del alma" y cuando "jugamos" con él, lo hacemos "con nuestra propia persona".

En su homilía durante la celebración de la Misa del Día de la Asunción de la Virgen en la Basílica de Santa María del Coro de San Sebastián, Munilla ha destacado que en esta fiesta se celebra "la unión de la Madre con su hijo resucitado", así como "la esperanza de lo que Dios quiere realizar en todos nosotros".

El obispo donostiarra se ha referido a la "ecología humana" y a la "unidad sustancial de cuerpo y alma", y ha subrayado que el cuerpo "no es una especie de prótesis que podamos manipular o cambiar a nuestro antojo", ya que es "icono del alma". "El cuerpo es el icono del alma", ha sostenido, para añadir que "no es algo", sino que "es alguien, es yo mismo".

En este sentido, ha señalado que, cuando "jugamos con nuestro cuerpo, lo hacemos con nuestra propia alma, es decir, con nuestra propia persona".

El prelado donostiarra ha afirmado que "nuestro cuerpo, y no solo nuestra alma o espíritu, está llamado a la salvación eterna" y la fe cristiana es la fe en la "encarnación", es decir, "la fe que confiesa que Dios asumió la carne humana por toda la eternidad".

DUALISMOS DE CORTE REENCARNACIONISTA

En este contexto, ha defendido que "la fe cristiana es incompatible con los dualismos de corte reencarnacionista que se difunde en nuestros días, al amparo de una espiritualidad difusa que se conoce con el nombre de 'New Age' o 'Nueva Era'".

Por ello, Munilla ha señalado que enterrar a los difuntos es "una consecuencia práctica de nuestra fe en la resurrección de los cuerpos, que están llamados a unirse con sus almas en la parusía final" , aunque "la legítima incineración de los cuerpos no anula la obra de misericordia que nos pide dar sepultura a los difuntos".

Finalmente, prelado ha deseado a los donostiarras "unas felices fiestas", en las que "se visualice la riqueza del encuentro respetuoso entre las sensibilidades tan diversas existentes en nuestra sociedad".

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