OMS avisa de que la resistencia a los antimicrobianos amenaza la eficacia de terapias para VIH, tuberculosis o malaria

OMS avisa de que la resistencia a los antimicrobianos amenaza la eficacia de terapias para VIH, tuberculosis o malaria
OMS avisa de que la resistencia a los antimicrobianos amenaza la eficacia de terapias para VIH, tuberculosis o malaria
EUROPA PRESS
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Las resistencias se producen cuando los microorganismos (tales como bacterias, hongos, virus y parásitos) se exponen a antimicrobianos y se convierten en 'superbacterias', evitando que los medicamentos sean eficaces y aumentando el riesgo de propagación de infecciones en el organismo.

El proceso de aparición de estas resistencias, que ocurre tanto en personas como en animales, se suele producir por cambios genéticos, pero también por el mal uso y abuso de los fármacos antimicrobianos. De hecho, tal y como ha recordado la OMS, muchas personas utilizan inadecuadamente estos medicamentos cuando tienen un resfriado o gripe, sin saber que cuando realmente los necesiten no les harán efecto por las resistencias creadas.

Del mismo modo, prosigue, unas condiciones sanitarias inadecuadas y una mala manipulación de los alimentos son aspectos que también favorecen la propagación de estas resistencias. "Los mecanismos de resistencia se están difundiendo a nivel mundial, amenazando nuestra capacidad de tratar enfermedades infecciones comunes y, por ende, ocasionando que las enfermedades sean más largas, discapacitantes o que, incluso, se produzca la muerte del paciente", ha recalcado el organismo de Naciones Unidas.

Y es que, sin antimicrobianos eficaces para tratar infecciones o procedimientos médicos como el trasplante de órganos, la quimioterapia, diabetes o las cesáreas, los enfermos corren un alto riesgo. Además, tal y como ha alertado, estas resistencias están aumentando los costes sanitarios y poniendo "en riesgo" la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En concreto, los pacientes con infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos son los que están en mayor riesgo de tener malos resultados clínicos y de fallecer, siendo además los que más recursos sanitarios consumen, en comparación con aquellos infectados con cepas no resistentes.

En este sentido, la OMS ha recordado que la resistencia a la bacteria intestinal 'Klebsiella pneumoniae', responsable de infecciones como la neumonía o de algunas que padecen los recién nacidos, de un tratamiento de último recurso (antibióticos carbapenem) se ha extendido a todas las regiones del mundo.

Asimismo, la resistencia al 'E. coli' de uno de los medicamentos más utilizados para el tratamiento de infecciones del tracto urinario está "muy extendida", ya que hay muchos países a los que al 50 por ciento de los pacientes no les es eficaz el tratamiento disponible.

El fracaso del tratamiento para el último recurso de la medicina para la gonorrea (antibióticos de cefalosporina de tercera generación) ha sido también confirmado en al menos 10 países (Australia, Austria, Canadá, Francia, Japón, Noruega, Eslovenia, Sudáfrica, Suecia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte). Ante ello, la OMS ha actualizado recientemente las guías de tratamiento para la gonorrea con el fin de hacer frente a la aparición de resistencias, en las que rechaza el uso de quinolonas (un tipo de antibiótico) por los altos niveles de resistencia generalizada.

En relación a la resistencia a fármacos de primera línea para el tratamiento de infecciones causadas por 'Staphlylococcus aureus', el organismo ha recordado que las pacientes que experimentan estas resistencias tienen un 64 por ciento más de posibilidades de fallecer que aquellos que no presentan resistencias a la infección.

480.000 NUEVOS CASOS DE TUBERCULOSIS RESISTENTE A MÚLTIPLES FÁRMACOS

Por otra parte, la OMS ha informado de que en el año 2014 se produjeron 480.000 nuevos casos de tuberculosis resistente a múltiples fármacos (MDR-TB), de los cuales sólo una cuarta parte fueron detectados y reportados.

"Esta resistencia requiere tratamientos que son mucho más largos y menos eficaces. De hecho, a nivel mundial sólo la mitad de estos pacientes fueron tratados con éxito en 2014. Además, se ha identificado en 105 países una forma de tuberculosis resistente a, al menos, cuatro de los fármacos antituberculosos esenciales", ha recalcado la OMS.

El abordaje de la malaria es otra de las enfermedades que el organismo ha llamado la atención sobre las dificultades que está habiendo para abordarla debido a la resistencia de los medicamentos. Y es que, ya hay cinco países de la subregión del Gran Mekong (Camboya, República Democrática Popular Lao, Myanmar, Tailandia y Viet Nam) en los que ya han aparecido resistencias a la terapia TCA, el tratamiento de primera línea.

"Existe un riesgo real de que la resistencia surja en otras partes de la subregión, lo que podría suponer un importante problema de salud pública y poner en peligro los recientes avances importantes en la lucha contra el paludismo", ha informado el organismo.

RESISTENCIA FRENTE AL VIH

Alrededor del siete por ciento de las personas que iniciaron la terapia antirretroviral en 2010 en los países en desarrollo experimentaron VIH resistente a los medicamentos, un porcentaje que aumentó hasta el 10 o el 20 por ciento en los casos de países desarrollados. Además, recientemente algunos países ya han informado de que hasta un 40 por ciento de las personas están reiniciando los tratamientos, lo que, a juicio de la OMS, requiere una atención "urgente".

"El aumento de los niveles de resistencia tiene consecuencias económicas importantes porque los regímenes de segunda y tercera línea son tres veces y 18 veces más caros, respectivamente, que los medicamentos de primera línea. Desde septiembre de 2015, hemos recomendado que todas las personas que viven con el VIH inicien el tratamiento antirretroviral, por lo que se espera que un mayor uso de la terapia antirretroviral aumente aún más la resistencia antirretroviral en todas las regiones del mundo", ha detallado.

Ahora bien, para maximizar la eficacia a largo plazo de los tratamientos antirretrovirales de primera línea, y para asegurarse de que la gente está tomando el régimen más eficaz, es "esencial" continuar el monitoreo de resistencia y reducir al mínimo su posterior aparición y propagación.

Por otro lado, la OMS ha mencionado la resistencia a los virus de influenza, recordando que hasta el momento casi todos los del tipo A que circulan en las personas son resistentes a una categoría de fármacos antivirales-inhibidores M2 (amantadina y rimantadina), si bien la frecuencia de la resistencia a la oseltamivir inhibidor de la neuraminidasa se mantiene baja (1-2%).

Ante todo esto, la OMS está proporcionando asistencia técnica para ayudar a los países a desarrollar sus planes de acción nacionales, y fortalecer sus sistemas de salud y de vigilancia para que puedan prevenir y manejar la resistencia antimicrobiana.

Asimismo, está trabajando "estrechamente" con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en el enfoque de "una salud" para promover las mejores prácticas para evitar la aparición y propagación de la resistencia a los antibacterianos, incluyendo el óptimo uso de antibióticos en los seres humanos y animales.

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