El objetivo del programa --que destinó 49 millones de euros en 2016-- es garantizar que los menores en situación de pobreza o exclusión social tengan las mismas oportunidades que el resto de niños, ha informado este martes la Obra Social La Caixa en un comunicado.
Las prioridades de CaixaProinfancia son romper el círculo de pobreza que se transmite de padres a hijos y promover acciones enfocadas al desarrollo social y educativo, tanto de los menores como de sus familias.
Entre las acciones figuran destinadas al refuerzo educativo; la educación no formal y ocio; apoyo educativo familiar; atención y terapia psicosocial, y promoción de la salud, con ayudas a la alimentación o acceso a gafas y audífonos.
El proyecto también trabaja para contribuir a mejorar la renta familiar, facilitando el acceso a bienes básicos, y en 2016 ha dado apoyo a 38.298 familias vulnerables.
En 2016, CaixaProinfancia ha ampliado sus actividades en Galicia, Catalunya y Castilla-La Mancha, y la previsión es que este año se extienda a los barrios más desfavorecidos, teniendo en cuenta indicadores locales de riesgo de pobreza y exclusión social.
"Estamos convencidos del potencial transformador de la educación como elemento clave para mejorar la vida de las personas más vulnerables y transformar la sociedad", ha asegurado el presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé.
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