CASI 360.000 PERSONAS PERMANECEN DESPLAZADAS POR EL CONFLICTO EN FILIPINAS

Tres meses después de que estallara el conflicto en la ciudad de Marawi (Filipinas), los enfrentamientos continúan y el número de desplazados internos alcanza casi las 360.000 personas, la mitad de ellos niños.
Hay 75 centros de evacuación temporales que acogen a unas 23.000 personas. “Desde Acción contra el Hambre estamos distribuyendo alimentos, agua potable, instalando váteres y duchas para la higiene en estos centros”, señaló el director País de Acción contra el Hambre en Filipinas, Javad Amoozegar.
Por otro lado, más del 80% de los desplazados internos se refugian en casas de familiares y amigos en municipios colindantes a Marawi cuya situación es también preocupante. El conflicto ha cortado el acceso a suministros para cubrir las necesidades básicas de la población y en muchos lugares, la falta de seguridad impide el acceso a las organizaciones humanitarias.
Según informó Acción Contra el Hambre, la ayuda del gobierno filipino y otros actores humanitarios llega fundamentalmente a los Centros Temporales de Evacuación, lo que limita la ayuda para los desplazados en casas. “Desde Acción contra el Hambre hemos manifestado en varias ocasiones nuestra preocupación sobre la necesidad de proporcionar asistencia a los evacuados en hogares durante las reuniones de coordinación con el gobierno y otras organizaciones internacionales”, explicó Amoozegar.
La entrega de la ayuda monetaria está siendo clave en esta intervención. “A través de los proyectos de Dinero por Trabajo, apoyamos a los desplazados que reciben un salario por realizar actividades comunitarias”, explicó Amoozegar. “De este modo contribuimos a rehabilitar los medios de vida de agricultores y pescadores que han perdido su medios de subsistencia”, añadió.
FACILITAR EL RETORNO ES UNA PRIORIDAD
“Cuando terminen las hostilidades, es probable que las condiciones en algunas zonas de la ciudad de Marawi, donde se han sufrido fuertes enfrentamientos, sean poco propicias para el regreso seguro de los desplazados internos”, afirmó Amoozegar.
Aunque el desplazamiento está lejos de acabar para aquellas personas que han perdido sus hogares y medios de subsistencia como consecuencia del conflicto, la reparación y reconstrucción de las infraestructuras serán prioritarias.
Para garantizar la seguridad de los retornados cuando cese la violencia, la información sobre los peligros que queden del conflicto es una prioridad para una organización como Acción contra el Hambre. “Estamos facilitando mecanismos de recuperación temprana, apoyando a los servicios de salud y nutrición, para cuando la población pueda regresar a sus casas”, concluyó Amoozegar.

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