UN PROYECTO UNIVERSITARIO AYUDA A LOS ADOLESCENTES A PREVENIR EL CÁNCER DE PIEL

Un proyecto de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), desarrollado por la doctoranda Alba Gómez, ha ayudado a más de 1.500 adolescentes entre 14 y 16 años a prevenir el cáncer de piel mediante charlas divulgativas sobre esta enfermedad en colegios e institutos.
Según informó la UAH este miércoles, se calcula que durante la adolescencia se recibe el 50% de la radiación solar del total de la vida y las quemaduras solares suponen un riesgo mayor. A esto se añade la baja o casi inexistente protección solar “debido a la influencia del grupo y la ausencia de influencia de los padres. Además, es nulo el sentimiento de miedo y vulnerabilidad a padecer una enfermedad”.
Con el objetivo de prevenir el melanoma, el cáncer de piel más grave, este proyecto se desarrolló dentro de la tesis doctoral de Alba Gómez Zubiaur, dirigida por la profesora de la UAH y dermatóloga del hospital Príncipe de Asturias, Susana Medina Montalvo.
Alba Gómez explicó que “hemos realizado el trabajo con los alumnos de entre 14 y 16 años de los institutos y colegios de Alcalá de Henares y ha consistido en una charla de carácter divulgativo en un total de 20 centros públicos y concertados de la ciudad, abarcando un público de 1.550 adolescentes. Durante la charla divulgativa se ha dado a conocer el melanoma y se han destacado las medidas de fotoprotección para prevenir su aparición (prevención primaria), así como en la autoexploración y consulta dermatológica sobre lesiones pigmentadas para favorecer su diagnóstico precoz (prevención secundaria)”.
En cuanto a la prevención primaria se insistió en la importancia de evitar las exposiciones solares intensas y el uso de lámparas de bronceado artificial, así como la necesidad de usar ropas, sombreros y gafas adecuadas que se complementarán con la aplicación de fotoprotectores.
Respecto a las medidas de prevención secundarias, “se explicó la necesidad de realizarse revisiones periódicas de los lunares, haciendo referencia a la ‘regla del ABCDE’ (A de asimetría, B de bordes irregulares, C de múltiples colores, D de diámetro mayor de 6 mm, E de evolución o cambios en el tiempo) y la ‘regla del Patito Feo’ que consiste en que todos los lunares deberían ser bastante parecidos, tener la misma forma y los mismos colores, ya que si alguno que se sale de la norma, se convierte en sospechoso”, añadió la investigadora.

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