LOS RÉCORDS DE CALOR ENTRE 2014 Y 2016 SE DEBEN AL CAMBIO CLIMÁTICO DE ORIGEN HUMANO

El planeta encadenó tres años consecutivos de récords de calor entre 2014 y 2016 y es “sumamente improbable” que estos registros de temperaturas se produjeran sin la influencia del cambio climático causado por el ser humano.
Ésta es la conclusión principal de un estudio liderado por científicos del Departamento de Meteorología y Estadísticas de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos), y publicado en la revista ‘Geophysical Research Letters’.
El año 2014 fue entonces el más caluroso de la serie histórica de temperaturas mundiales, que comienza en 1880. Ese récord se superó en 2015 y 2016, con lo que este último es el más cálido jamás registrado, con una temperatura global media en la superficie terrestre y oceánica 0,94ºC superior a la media del siglo XX, que es de 13,9ºC, según la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica).
El nuevo estudio combina los datos históricos de temperatura y simulaciones de modelos climáticos de última generación, y concluye que la probabilidad de que esas temperaturas récord consecutivas entre 2014 y 2016 se produjeran sin los efectos del cambio climático de origen antropogénico es del 0,03%.
Además, la probabilidad de que el calentamiento de origen humano desencadene tres años seguidos de récord de temperatura es de entre un 30 y un 50%, por un 0,7% si los efectos del cambio climático no parten de una causa antropogénica.
Esto significa que el cambio climático causado por los humanos es muy probable que esté detrás de que los tres últimos años sean los más calurosos en el registro histórico. “Con el cambio climático, éste es el tipo de cosas que esperamos ver. Y sin cambio climático, realmente no esperamos ver esto”, apunta Michael Mann, climatólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania y autor principal del estudio.
EL PLANETA SE CALIENTA
Los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, se acumulan en la atmósfera y atrapan el calor que, de otro modo, se liberaría al espacio. El exceso de esos gases por actividades industriales como la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) retienen calor adicional en la atmósfera, causando así un aumento en la temperatura de la Tierra.
La temperatura media de la superficie del planeta ha aumentado alrededor de 1,1ºC desde finales del siglo XIX y la mayor parte del calentamiento se ha producido en los últimos 35 años, con 16 de los 17 años más cálidos registrados desde 2001, según la NASA.
En respuesta a las temperaturas récords en el último trienio, los autores del nuevo estudio calcularon la probabilidad de que haya tres años de temperaturas máximas récord desde que la serie histórica de temperaturas del planeta comenzara en 1880 y la probabilidad de que se produzca tal racha desde 2000, cuando se ha producido la mayor parte del calentamiento.
Los autores del estudio determinaron la probabilidad de que ocurriera este tipo de episodios con y sin la influencia del calentamiento causado por los seres humanos. Así, indican que cada año no es independiente de los anteriores y de los posteriores, en contraste con las creencias anteriores de que son estadísticamente independientes entre sí. No en vano, hay fenómenos naturales y humanos que hacen que los cambios de temperatura se agrupen, como ‘El Niño’, el ciclo solar y las erupciones volcánicas.
CONCLUSIONES
Cuando se tiene en cuenta esa dependencia, la probabilidad de que se produzcan tres años consecutivos con temperaturas récord desde 1880 es de un 0,03% si no hay cambio climático causado por el ser humano. Cuando se considera que la tendencia de calentamiento del clima a largo plazo proviene del hombre, la probabilidad de que el trienio 2014-2016 sea el más caliente registrado desde finales del siglo XIX se eleva a entre un 1 y un 3%.
La probabilidad de que esa serie de años récord sea observada en algún momento desde 2000 es inferior al 0,7% sin la influencia del cambio climático causado por el hombre, pero entre un 30 y un 50% si se considera el calentamiento de origen humano.
Si no se tiene en cuenta el cambio climático provocado por el ser humano, el calentamiento de 2016 tenía una entre un millón de posibilidades de ocurrencia, en comparación con una probabilidad de casi una de cada tres cuando se considera el calentamiento antropogénico.
El aumento de las temperaturas globales está vinculado a fenómenos climáticos más extremos, como olas de calor, inundaciones y sequías, que pueden dañar a los seres humanos, los animales, la agricultura y los recursos naturales.

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