(REPORTAJE)UN VIAJE DE PLACER SE CONVIERTE EN ONG

Víctor y Raquel estuvieron tres meses recorriendo miles de kilómetros para visitar tanto el norte como el sur de India, donde vivieron experiencias de todo tipo, pero la huella que dejó la pobreza en ellos fue imborrable. No fue hasta el final del viaje cuando se dieron cuenta de que llevaban prácticamente tres meses pensando en la manera de recaudar fondos y de convertir un viaje de placer en una ONG (Kolam) que luchara contra la miseria que habían conocido.
“Solo aterrizar en este país, el caos y la pobreza me causaron un enorme impacto que hizo que tan solo pensara en volver a casa”, recuerda Raquel, cofundadora de Kolam.
Raquel Agorreta y Víctor López decidieron dejarlo todo para irse a vivir a India y poner en marcha un proyecto solidario dedicado a la lucha contra la pobreza extrema que sufren las personas más necesitadas del país, mediante el desarrollo de proyectos de educación, integración y agricultura.
DEJARLO TODO
Volvieron a casa para trabajar durante casi un año y poder ahorrar suficiente dinero para crear la actual Kolam.
“Trabajamos muy duro, de lunes a domingo; cada uno teníamos dos empleos pero el esfuerzo valió la pena”, explicó Víctor López, cofundador de Kolam. “Lo dejamos todo, la casa, el trabajo, la familia y los amigos. Vendimos el coche, y dejamos nuestras mascotas al cuidado de mi suegro”.
Finalmente se asentaron en la ciudad de Udaipur, en el estado de Rajasthan, al oeste del país asiático. Raquel y Víctor se encargan personalmente de recibir a los voluntarios y a las visitas, desarrollan y supervisan todos y cada uno de los proyectos y están en contacto directo con la comunidad y los beneficiarios. En sólo un año han conseguido realizar tres proyectos.
En Gorana, un pequeño pueblo rural, situado a unos 50 kilómetros de la ciudad de Udaipur, 235 niños del pueblo y aldeas cercanas acuden a clase cada día para recibir una educación de calidad.
Al mismo tiempo, en Udaipur los niños de casta baja, considerados inferiores por la sociedad, escapan del trabajo infantil y aprenden, de mano de los fundadores y voluntarios, conocimientos básicos como números y letras, matemáticas e inglés, antes de iniciar la escuela por primera vez el próximo mes de junio.
POBREZA EXTREMA
Por otro lado, luchan contra la pobreza extrema que sufren los habitantes en las aldeas. Rajasthan es un terreno árido donde el cultivo es muy complicado. Desde Kolam ofrecen formación con la ayuda de un experto, herramientas y materiales, consiguiendo que familias enteras puedan alimentarse con sus propios cultivos, así como vender el excedente y conseguir una fuente de ingresos.
“El camino recorrido durante este año ha sido duro; pese a ello, los resultados compensan con creces. Gracias al esfuerzo y dedicación de todas las personas que hacen posible nuestra labor podemos garantizar que la vida de 750 personas ha cambiado para mejor”, comentó Víctor.
Los proyectos de Kolam se desarrollan tanto en la ciudad como en zonas rurales muy pobres y secas donde el cultivo es muy difícil. La ONG trabaja, además de en Udaipur y Gorana, en las aldeas de Khardia y Parevi.

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