Rifaat al Asad, tío del presidente sirio Bashar al Asad, imputado en París por corrupción

Un castillo, caballerizas, hoteles particulares... La fortuna inmobiliaria de Rifaat al Asad, tío del presidente sirio Bashar al Asad, le ha valido la inculpación en Francia, donde es sospechoso de haber desviado fondos para adquirir estos bienes.

Antiguo vicepresidente de Siria, Rifaat al Asad, de 78 años, es hermano del antiguo presidente Hafez al Asad, que le apartó del poder en los años 1980. Desde entonces vive en el exilio, a caballo entre el Reino Unido, Francia y España.

El pasado 9 de junio, fue acusado en París por encubrir el desvío de fondos públicos, lavado de dinero, así como trabajo ilegal de empleados no declarados, según una fuente próxima a la investigación.

La investigación comenzó después de las denuncias interpuestas en 2013 y 2014 por la oengé Sherpa, especializada en la defensa de las víctimas de crímenes económicos y que ha dado paso a varias investigaciones sobre "bienes mal adquiridos" en Francia por responsables extranjeros.

En un comunicado, la asociación aplaudió este martes "el avance de las investigaciones judiciales tratándose de uno de los principales antiguos dirigentes del régimen sirio".

Rifaat al Asad es sospechoso de haberse procurado una considerable fortuna gracias al dinero fruto de la corrupción y del desvío de fondos en Siria.

En un informe de 2014, del que ha tenido conocimiento la AFP, los investigadores de las aduanas valoraron en unos 90 millones de euros el valor global del patrimonio inmobiliario adquirido en Francia por Rifaat al Asad y su familia, a través sobre todo de sociedades luxemburguesas.

Así mismo identificaron cuatros esposas oficiales y una decena de hijos.

El inventario incluía un castillo y unas caballerizas en la periferia parisina, así como varios bienes inmobiliarios en los barrios más ricos de París, como hoteles particulares, dos edificios enteros, o incluso oficinas en Lyon (centro este). Bienes adquiridos, según los investigadores, entre 1984, cuando llegó a Francia con su séquito, y 1988.

Rifaat al Asad declaró en audiencia por primera vez en 2015 y respondió que los fondos venían del príncipe heredero y futuro rey Abdalá de Arabia Saudita en los años 80. Además aseguró que no había gestionado él mismo esas adquisiciones.

Asad afirmó que no sabía nada sobre asuntos financieros. "Me traen papeles para firmar y yo firmo", dijo según unas declaraciones que hizo en aquel momento a la AFP una fuente cercana al caso.

Pero para el juez, Rifaat al Asad solo proporcionó un justificante de una donación de diez millones de dólares en 1984 "sin relación con su fortuna actual y su importante tren de vida", que solo pueden "explicarse por recursos ocultos muy importantes", afirmó a al AFP una fuente cercana a la investigación.

Rifaat al Asad fue durante mucho tiempo la mano de hierro de su hermano mayor Hafez (padre del actual dirigente Bashar). Acusado de haber dirigido la sangrienta represión contra los Hermanos Musulmanes, y sobre todo el asalto a la ciudad siria de Hama en 1982, cayó en desgracia y fue obligado al exilio dos años más tarde.

La instrucción, llevada por el juez financiero Renaud van Ruymbeke, se hace eco de otros casos denominados de "bienes mal adquiridos" contra tres jefes de Estado africanos.

Además, en otoño se abrió en Francia una investigación preliminar por "crímenes contra la humanidad" por los abusos cometidos por el régimen del actual presidente sirio Bashar al Asad entre 2011 y 2013.

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